viernes, 21 de septiembre de 2012

Estos pibes son los "chuparodillas" del cura

Las nenas eran obligadas a chupar las rodillas del despreciable cura.
En Polonia, el sacerdote y director de un colegio católico utilizó un extraño y perverso método como "ceremonia de iniciación". El clérigo se untaba crema en sus articulaciones y obligaba a los adolescentes que recién ingresaban a la escuela a lamerselas. Mirá las imágenes.
Tras el escándalo, las imágenes fueron eliminadas de la página web de la escuela.

Una serie de fotos inquietantes activó una investigación policial que aún sigue en curso. Se trata de las imágenes donde se lo ve al cura polaco Marcin Kozyra obligando a niños a lamer crema de sus rodillas.
Según publicaron varios diarios europeos, Kozyra, que además es el director de la Escuela Superior de Salesianos Lubin (al sur de Polonia) donde asisten los chicos, utilizaría este extraño y perverso método como “ceremonia de iniciación”.
En las fotos, el sacerdote católico se muestra sentado en un sillón destartalado, vestido con pantalones cortos y con un bastón. Delante suyo están los nuevos alumnos (que pertenecen al primer año escolar y rondan los 12 o 13 años) arrodillados y, mientras se miran extrañados por la secuencia, son obligados a lamer la crema que el párroco unta en sus rodillas.

"Esto es muy preocupante", dijo Marek Michalak, portavoz del gobierno polaco en asuntos de niñez, informó The Telegraph.

"Sin duda, los límites de la decencia y las formas aceptables de contacto corporal se han superado. He ordenado una investigación y exijo una explicación por parte de todas las autoridades pertinentes”, asestó Michalak.
La polémica parece no golpear puertas adentro. Mientras que las fotos generan un malestar a nivel internacional, los padres de los chicos se mostraron a favor de la escuela y salieron a apoyar al sacerdote.
Tanto es así que hasta enviaron una carta pública donde intentaron justificar la actitud. En ella alegaron que “la crema batida en realidad era espuma de afeitar y nadie fue obligado a comerla”.
"Los niños fueron manipulados para esto. Los límites fueron excedidos… los padres deben hablar con los niños sobre las fotos”, señaló la representante local de la Fundación Niño, Monika Sajkowska.