domingo, 3 de junio de 2012

El becario en bici

Luis García Torres, el supuesto policía infiltrado en el 15-M y en los movimientos sociales de Sevilla

Luis García Torres, 26 años, así, al menos, se hacía llamar, con DNI 'auténtico' que lo certificaba. Este joven sevillano, de cuerpo musculado, ojos azules y pelo rubio y muy guapo, se acercó en el mes de septiembre al movimiento 15M en Sevilla, en el que empezó a colaborar de forma entusiasta. Ayer se confirmó, según varios integrantes del 15M y de otros colectivos, lo que muchos ya sospechaban, era un agente infiltrado de la Policía Nacional

Aviso: en esta información sólo consta la versión de integrantes del 15M y miembros de otros movimientos sociales, a la espera de conocer la versión de la Policía. Al supuesto Luis le he realizado varias preguntas a través de su cuenta de facebook, pero no ha contestado.

Para mi no pasó desapercibido, básicamente porque es difícil ver a un 'activista' tan musculado. Me cuentan que al principio su estética no era tan 'perroflautil'. Con el paso de los meses se fue dejando greñitas, siempre con su pañuelo palestino, que en muchas ocasiones llevaba atado al tobillos. Integrantes del 15M de Sevilla y de otros colectivos aseguran haberlo desenmascarado como policía infiltrado. ¿Pero cómo están tan seguros?



La alarma la levantó una chica que lo conocía de la discoteca Antique (famosa discoteca de Sevilla, de estética 'elegante' y música comercial) donde Luis había trabajado como camarero años atrás. La chica informó a miembros del 15M de que el tal Luis, por aquellos entonces, se estaba preparando para ser Policía Nacional. 'Luis' negó ser ese camarero cuando la chica lo reconoció.

Del 15-M, Luis se fue introduciendo en el resto de movimientos sociales de la ciudad, usando así el 15-M como puerta de entrada al resto de colectivos.

Ayer, varios de sus ya examigos de los movimientos sociales (por cierto, algunos muy dolidos y afectados), le pidieron datos de su vida "para poder confiar en él", ante las evidentes sospechas. Así que le propusieron lo siguiente, culminando así una labor de investigación de dos meses.

-¿Luis, por qué no llamas a alguno de tus amigos que hablemos con ellos?- A lo que Luis respondió, -Es que no tengo ningún teléfono, porque los llamo siempre desde el fijo- En ese momento alguien recordó que, al pedirle un día el fijo de su casa, éste le dijo que no tenía "porque su padre tenía varios pagos pendientes con Movistar".

Esperanzados en que Luis pudiera demostrar que no era Policía (para muchos ya era un amigo) le propusieron acompañarlo a su casa, en la dirección que ponía en el DNI, en la que no se indicaba el número de casa, sólo la calle, Zurcidora. Tres personas lo acompañaron, entre las quejas y gruñidos de Luis, que reclamaba confianza por parte de sus amigos y compañeros.

Tres peresonas lo acompañaron. Dos iban en moto, hacia la citada calle, y uno en bicicleta, junto a Luis, también en su bicileta. A mitad del camino Luis entró en un bar para ir al baño. Tardó "demasiado tiempo en salir", explica uno de sus 'amigos'. A su acompañante le dio tiempo de liarse un cigarro y de fumárselo. Volvieron a subir a sus bicis y al revolver una esquina, ¡sorpresa¡ control rutinario de la Policía Nacional con unos seis agentes en una calle pequeñita. 

Cuando sacaron su DNI, la Policía dijo que Luis estaba en busca y captura. Se lo llevaron. Su colega, además de quedarse con el corazón roto, también tiene la bicicleta de Luis que, supuestamente estando en dependencias policiales, siempre tuvo su teléfono encendido y operativo, algo infrecuente para un detenido.

Hasta aquí podemos contar de Luis, nadie más ha vuelto a saber de él por el momento. Sus colegas del 15M acudieron ayer al bloque en el que supuestamente vivía. Nadie lo conocía. También hicieron diferentes comprobaciones, por cierto bastante rigurosas y oficiales, y ni rastro del tal Luis, que podría haber tenido un DNI falso para su identidad perroflautil. Igual que su perfil en Facebook, en el que tenía a muchos activistas de Sevilla como amigos. Mejor dicho, en exclusiva sólo tenia en sus contactos activistas, como si no tuviera vida más allá de los movimientos sociales.

Así que, o bien era un policía infiltrado, o bien Luis está desaparecido en un calabozo del punto 0, en la comisaría de Blas Infante. Ahora será la Policía, o el propio Luis, el que deba dar su versión de los hechos. Este blog ha intentado ponerse en contacto, sin éxito por el momento, con Luis.