Un cliente fue a un local de comidas rápidas en la localidad japonesa de Kanazawa, Ishikawa, y se percató de que había pedazos de dientes que medían entre cuatro y ocho milímetros en su McMuffin. Un centro de salud local confirmó que se trataban de piezas humanas.

La víctima se dio cuenta de la situación justo cuando estaba a punto de comer esa hamburguesa de desayuno. "Noté que contenía unas piezas extrañas y decidí entregarlo a las autoridades", declaró.

El instituto sanitario recibió un informe oficial de la oficina central de McDonald's en Japón, en el que aseguraron que investigó tanto una fábrica japonesa en la prefectura de Aichi, donde se elaboró el producto, como otra sede en Estados Unidos.

El portavoz de esta firma en territorio japones aseguró que "trabajarán de manera ardua" para servir productos que sus clientes puedan disfrutar, a pesar de que no logró averiguar cómo esas piezas de diente llegaron a uno de sus pedidos.