viernes, 13 de febrero de 2015

Así cuenta Lara cómo murió su padre en medio de la nada en un pueblecito turolense



"Después de una hora de tortura, mi padre fallece a las 18:40. La rabia y la impotencia aumentan...". Lara cuenta los últimos momentos de vida de su padre. Con la médica haciendo lo imposible por detener el infarto durante dos horas, sin desfibrilador ni jeringuillas de adrenalina. Con la ambulancia a más de una hora de viaje... Fue el 1 de febrero en Guadalaviar, un pueblecito perdido en la Sierra de Albarracín.



Norberto Royo, con su familia



Norberto Royo empezó a sentirse mal, y su hija Lara llamó al Centro de Salud de un pueblo cercano al suyo, en Teruel. La médica que llegó no tenía desfibrilador y se quedó sin las pocas jeringuillas de adrenalina que llevaba. Tras llamar al servicio de Urgencias, envían una ambulancia que está a una hora de viaje. Poco más de dos horas después, el paro cardíaco terminó con la vida de Norberto. Este es el testimonio que Lara envió al sitio 'Ecodeteruel' desde Guadaliviar, un pueblecito perdido en la Sierra de Albarracín

"Cuando el trágico día 1 de febrero a las 4 y 30 mi padre comienza a encontrarse mal, llamamos al servicio de urgencias del Villar del Cobo. La médica, a la que agradecemos todo lo que hizo, se presenta en nuestra casa a las 5 menos 10, procediendo al ver el estado de mi padre, a llamar a un servicio de emergencias para traslado que venía nada más y nada menos que desde Monreal del Campo. Dicho servicio es paralizado por el temporal, además de que venía de una población muy alejada de Guadalaviar aprox. 1 hora y 20 de duración de trayecto. Al mismo tiempo sale de Teruel una uvi móvil, aprox. a las 5 menos 5.

Mi padre empeora y el tiempo pasa, y exactamente a las 5 y 15 sufre un paro cardiaco. Ante la impotencia llamo al 112 para k envíen un helicóptero, el cual en breve se dispondría a salir desde Teruel a Guadalaviar.

El primer punto vergonzoso de todo esto es que la médica del Villar del Cobo no disponía del servicio de una enfermera, tenía 4 aspirinas, una dosis de adrenalina y algunas pastillas para estos casos de esas que se colocan debajo de la lengua. No tenía  ni alcohol, ni siquiera algodón, hasta las jeringuillas se le acabaron. Y lo peor es que en la consulta del Villar del Cobo no había nada más, ni jeringuillas, ni adrenalina... Nada... El centro de salud llevaba más de un mes esperando suministro.

El segundo punto vergonzoso es que la comarca Sierra de Albarracín no dispone de ningún medio de uvi móvil para atender a los vecinos de la zona. Hay que esperar que vengan de Monreal, de Teruel, o a un helicóptero al que ordenan salir más tarde del aviso. Ni siquiera se activó en el hospital de Teruel un protocolo para caso de infarto, para estar preparados para recibir al paciente.

El tercer punto vergonzoso. Es que ante la impotencia tengo que llamar a mis propios vecinos para que ayuden a la médica y a mi prima a seguir con el masaje cardíaco que se le estaba dando a mi padre para mantenerlo con vida.

Después de una hora de tortura llegan la uvi y el helicóptero a las 6 menos 5, casi las 6. Mi padre ya está muy grave... El servicio de la uvi intenta salvarle la vida durante 40 minutos, el helicóptero se marcha a las 6 y 15 por no poder estabilizar al paciente para el traslado.

Mi padre fallece a las 18:40

La rabia y la impotencia aumentan...

Sé que el infarto de mi padre fue muy fuerte, pero aún me queda la duda de que, si todos los medios hubieran sido los que merecemos, los que supuestamente pagamos con nuestros impuestos, los que dan dignidad a las personas, quizá mi padre estaría vivo.

Hago esta crítica para luchar contra esta injusticia, porque los pueblos están abandonados, porque no hay medios y la población está muy envejecida, y porque el siguiente puede ser cualquiera. Así que hago como querría mi padre, luchar contra esta injusticia que espero no se vuelva a repetir, al menos seguiré luchando por ello. Por ti papa, Norberto Royo Garcia".