sábado, 10 de enero de 2015

Hipocresías tras la muerte del bufón










El horrendo atentado contra 'Charli Hebdo' ha generado solemnes panegíricos a favor de la libertad de expresión en muchos medios serios españoles. Algunos de ellos se deshicieron sin cargos de conciencia de humoristas gráficos o escritos incómodos hace no demasiado, o han publicado textos sobre el obligado respeto a las creencias religiosas, las de verdad, las de aquí,, las del santo prepucio incorrupto de Cristo.

Es una ironía que, con franqueza, tampoco extraña: los grandes grupos mediáticos son, también, los poderosos. Y los poderosos siempre han temido al bufón. Hasta el punto de atajar sus opiniones a las bravas.

En España sabemos de qué va el tema: en 1905, un grupo de casi trescientos militares entró en la imprenta de la publicación satírica barcelonesa '¡Cu-cut!' por sus poco respetuosos comentarios sobre el Ejército tras la pérdida de Cuba en 1898 con sátiras crueles donde el Ejército vio un peligroso ejercicio de incipiente catalanismo. A partir de ahí, sociedad y Ejército mantuvieron relaciones cada vez más tensas, que culminaron con el levantamiento de 1936.

'El Papus' es el caso más conocido de atentado terrorista a una publicación satírica. No hace tanto, además: en 1977, el grupo armado fascista Triple A atentó con paquete bomba en la redacción d la revista, matando al conserje del edificio. Se suele relacionar ese atentado con el inicio del declive en la contundencia de la cabecera.

Estas revistas no son los únicos casos de bufones amenazados por los poderosos: en 2006, un ultraderechista puso una bomba en camerino donde representaba su obra 'Revelación' el veterano payaso Leo Bassi, un caso paradigmático de bufón que emplea la caricatura más exacerbada  para burlarse de quienes están por encima de él en la pirámide alimenticia.

'Charlie Hebdo', en fin, formaba parte de una tradición humorística con la que comulgamos: si puedes ofender, ofend. Y al menos, eso que te llevas. 'Charlie Hebdo' nació cuando la revista 'Hara-Kiri' fue prohibida de forma permanente por sugerir que la reciente muerte de Charles de Gaulle, en el gran contexto de las cosas, no era para tanto. Y molestó.

Porque si el bufón tiene la habilidad de molestar, también tiene la responsabilidad de hacerlo. Contra viento y marea. Se cabree quien se cabree. Por eso 'Charlie Hebdo' es, en muchos sentidos, el bufón definitivo.


Artículo de John Tones en 'Orgullo y Satisfacción'


















Saca al blasfemo fuera del campamento; que todos los que lo oyeron, pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la comunidad lo mate a pedradas. Luego di a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su Dios, cargará con su pecado. El que pronuncie una blasfemia contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la comunidad deberá lapidarlo. Sea extranjero o nativo, si pronuncia una blasfemia contra el Nombre, será castigado con la muerte.

Lev24:10-23 (Antiguo Testamento)