viernes, 16 de enero de 2015

El poder también caga, o las cagadas del poder










En los actos públicos casi siempre aparecen impecables, sonrientes, con la vestimenta adecuada... porque saben que hay millones de ojos que les mira, dando una imagen un tanto artificial de ellos y ellas. Porque esta gente tan poderosa, como animales que son, también tienen necesidades íntimas y a las que, obviamente, es difícil asomarse.

Pero siempre hay alguien que se las arregla para 'retratarles' en una de las funciones más personales del ser humano y que no se suelen compartir ni con las personas más cercanas. La italiana Cristina Guggeri ha entrado en sus retretes para ver cómo lo hacen en sus tronos más íntimos y darles un toque de humanidad.