Cuando lo comencé hace más de 14 años, el ordenador tenía una memoria
interna de 6 Gbytes en el disco duro, busqué fotografías de todas las
épocas de mi vida, hacia dibujos y los destrozaba con efectos, colores;
diseñaba esculturas que jamás llegaría a hacer, jugaba a distraerme
mientras iba pintando otra cosa cualquiera, y un buen día conseguí
cerrarlo. Si tuvieras que ponerle precio, habría que calcular muchísimas
hora, y más. Por eso, ya que lo acabé y que por fin lo he mostrado,
quiero seguir haciendo que lo veáis. Si alguien quiere comentar algo
sobre él se lo agradecería.
AH, PODEÍS COMPARTIRLO.
©FERNANDO PARRILLA