lunes, 28 de octubre de 2013

La familia como un todo, en lo personal y profesional


Marianela dejó atrás su vida en Cuba para cumplir dos sueños: crecer profesionalmente y convertirse en madre. Ambos son hoy una realidad que disfruta en España especializándose como médico familiar en el Hospital de Móstoles (Madrid). Volver a su tierra lo ve ahora imposible
Marianela se encuentra ahora rotando por el área de pediatría.
Salió de la isla al lado de su esposo buscando un tratamiento de fertilización que los hiciera padres. Así, hace 5 años y medio, Marianela Coll Nuñez, de 40 años, llegó a España y decidió quedarse con la esperanza de encontrar la calidad en educación que en su nación no pudo encontrar.
  • ¿Cuál es la especialidad que está haciendo?
En Cuba me gradué de médico general. Estaba haciendo medicina clínica pero no la terminé porque me vine acá. Aquí me presenté al MIR y ahora estoy haciendo la residencia en medicina familiar y comunitaria. Soy residente de segundo año.
  • ¿En qué consiste su trabajo?
La residencia de medicina familiar y comunitaria tiene 4 años. Durante ese tiempo rotamos por las diferentes especialidades. Los tres primeros estamos casi todo el tiempo en el hospital, aunque hacemos una rotación de dos o tres meses con el tutor, que es un médico de familia, en el centro de salud. Ya en cuarto año hacemos todo el tiempo en consulta con nuestro tutor en el centro de salud.
  • ¿En qué momento está tu trabajo de investigación?
Ahora mismo estoy rotando en pediatría por un periodo de tres meses. La mitad de esos meses hacemos la urgencia de puerta del hospital y el otro mes y medio estamos con la pediatra del centro de salud haciendo atención primaria.
Trabajar con niños me gusta muchísimo pero en general, me gusta la medicina de familia porque me gusta la atención continuada, ver a la familia como un todo.
  • ¿Por qué eligió España para especializarse?
Realmente no es una elección porque los cubanos no podemos salir de Cuba por una especialidad. Salimos por otras razones y al estar en otro país decides continuar con lo tuyo.
Salí de Cuba con mi esposo por un tema médico, un programa de fertilización con el objetivo de tener un bebé. Nos vinimos a España y aquí, la verdad, tenemos cosas muy buenas, hablamos castellano y tenemos la posibilidad de homologar el título.
El deseo de seguir adelante lo tenemos todos los cubanos; por eso me presenté al MIR.
  • ¿Cómo ve la medicina en su país a futuro?
Nuestra formación no es mala pero luego, al poner en práctica lo que has aprendido notas que hay un atraso muy importante en tecnología, en diagnóstico y tratamientos de primera línea.
Estás formado, pero cuando llegas a un país desarrollado ves que hay mucho con qué trabajar, cosa que no hay en tu país.
  • ¿Cuál ha sido la mayor enseñanza que ha tenido por parte de los médicos españoles?
Su forma de trabajo se fundamenta en protocolos. Creo que eso está muy bien porque vas haciendo un esquema y haces lo mismo con cada patología. Eso te enseña como médico y te hace cuidar las responsabilidades con el paciente. Son muy precavidos, eso es lo fundamental.
  • ¿Tiene planes de volver a su tierra?
Una vez que sales no puedes volver. Sí nos dejan entrar, pero de visita, por eso ya no te lo planteas y haces tuyo el nuevo país, en este caso España.
Echo de menos a la familia y a los amigos pero creo que he sido bien acogida en general. Me siento bien en este lugar, soy parte de él porque, al final, somos seres humanos y nos integramos. Esto de las nacionalidades no ha sido un problema para mi. He tenido mi hija aquí y por eso, volver allí  sería solo de visita.
  • Fuera de la medicina, ¿qué es lo que más le gusta de España?
Me gusta su gente, es muy comunicativa, te acepta, se une a ti. Además de eso, ¡la comida! es una dieta súper especial, todo es sabroso.