19 noviembre 2012
Mientras que los libros en papel siguen tributando su IVA al 4%, el del libro electrónico subió el 1 de septiembre del 18% al 21%. La razón de esta diferencia a efectos fiscales es que el ebook está considerado un servicio electrónico y el libro impreso un bien cultural.
La batalla del IVA aplicable a los libros electrónicos continúa. Mientras que los libros en formato papel siguen tributando al tipo superreducido del 4%, el IVA general del libro electrónico se elevó el pasado 1 de septiembre del 18% al 21%.
Este agravio comparativo para los ebooks viene dado por el hecho de que ambos tipos de libro se consideren de distinta manera a efectos fiscales: el ebook está considerado un servicio electrónico, y el libro impreso entra en la categoría de bien cultural.
Ante esta situación, se han alzado voces en contra de la distinción, que defienden la equiparación de ambos basándose en un criterio de contenido y no de soporte. En esta línea, contraviniendo la legislación de la Unión Europea, Francia y Luxemburgo redujeron el IVA soportado por los ebooks hasta el 3%, y ambos países deberán ajustar sus impuestos al 19,6% y 15%, respectivamente, antes del 30 de noviembre de 2012.
Ésta es la segunda fase del procedimiento de infracción, por lo que ambos países tienen un mes de plazo para poner su legislación en conformidad con la legislación de la UE, o de lo contrario la Comisión podrá someter el asunto al Tribunal de Justicia Europeo.
A la espera de una modificación de la normativa europea, la industria del libro electrónico ve en el IVA una nueva barrera para la penetración del ebook en los hábitos de lectura de los consumidores.
En cuanto a los ereaders, no hay discusión posible, pues tributan al 21%, como el resto de aparatos electrónicos.
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