Uno de los factores por las que no se han podido evitar tragedias como la ocurrida en el Colegio Americano de Nuevo León, el pasado 18 de enero, es que los padres no son capaces de reconocer en sus hijos a un presunto homicida, apuntan los terapeutas.
En Maryland, Estados Unidos, un padre avisó a la policía que su propia hija de 18 años preparaba un tiroteo masivo en su escuela, evitando así un ataque que se habría llevado a cabo la próxima semana.
Para la matanza, la joven escondía en su cuarto varias armas, juegos artificiales, y puntillas para fabricar bombas. Su progenitor la descubrió e inmediatamente acudió a las autoridades. De acuerdo con reportes oficiales, la adolescente planeaba morir el mismo día.
Para la matanza, la joven escondía en su cuarto varias armas, juegos artificiales, y puntillas para fabricar bombas. Su progenitor la descubrió e inmediatamente acudió a las autoridades. De acuerdo con reportes oficiales, la adolescente planeaba morir el mismo día.
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