lunes, 11 de junio de 2012

¿Qué pasa con mis ahorros tras el rescate? Ojo a las acciones, peligro en las preferentes y seguridad en los depósitos

A falta de saber los detalles del rescate europeo a la banca, las tres grandes entidades españolas, Santander, BBVA y La Caixa, se quedan a salvo de la necesidad de pedir ayuda al FROB. El informe del FMI, el que se ha tomado como referencia para establecer el tope que Europa está dispuesta a prestar a España, señala que estos grupos, que representan casi el 50% del sector, están lo suficientemente capitalizados para resistir deterioros adicionales. Para el resto, condiciones que pueden afectar a dividendos, y preferentes. La seguridad, para los depósitos. Sucríbase gratis a elSuperlunes: mañana, toda la información sobre la ayuda a España.
El resto del sector está muy atento a las conclusiones de las auditorías Oliver Wyman y Roland Berger, "que se conocerán en los próximos días", según anunció el sábado el ministro de Economía Luis de Guindos. El test de estrés aplicado a la cartera crediticia total, inmobiliaria y no inmobiliaria, dará una primera aproximación de la cifra que pedirá España y, sobretodo, el número de entidades que se verá obligada a acudir al FROB, está vez con una abundante línea de crédito europea disponible.

Las condiciones para la banca

El sector es consciente de que se aproxima otra vuelta de tuerca desde el Ministerio de Economía, esta vez para aumentar provisiones sobre la cartera de pymes, gran empresas y familias, y habrá entidades que aún habiendo resistido los dos primeros "decretazos" de De Guindos, claudiquen en el tercero.
Por ello, en el sector, advierten que aunque se da por seguro que aparte de las entidades nacionalizadas, Bankia, Banco de Valencia, CatalunyaCaixa y NovaGalicia, y algún que otro grupo de cajas reconvertido en grupo bancario, hay entidades que deberán ceder, a regañadientes, a la inyección europea.
Recibir fondos para recapitalizarse, y quedar blindado hasta los dientes de reveses económicos adicionales y del cerrajón de los mercados, trae también aperejado un alto precio por las condiciones que a buen seguro se impondrán desde Europa.

Todo el que esté invertido perderá

Aunque a España también le queda por negociar la letra pequeña de las imposiciones exteriores, la excepcionalidad de haber conseguido un rescate limitado al sector bancario, le deja poco margen de negociación. Ello quiere decir que esas condiciones serán más firmes que las que imponía el FROB cada vez que inyectaba fondos a través de preferentes o tomaba directamente un porcentaje de control en el capital social de los grupos.
Así, según aseguran fuentes financieras, a los habituales planes de reestructuración de las entidades (con cierre de sucursales, reducción extra de plantilla y desinversiones) se unirá cambio de gestores, en caso de inyección masiva, y límite en la retribución de los directivos en todos los casos.
Todo aquel que de una forma u otra tenga invertido dinero en un banco se verá afectado. Y esto será así porque no se prevé que las condiciones que imponga europea tengan un ápice de amabilidad con la entidad rescatada.

Dividendos

Así, el saneamiento acelerado del balance llevará a pérdidas a la entidad antes de ayudas. En ese punto, y para ser merecer de los fondos debe contribuir con sus recursos a su propio rescate. Eso implica, en el caso de un banco cotizado, que se deja de repartir dividendo. Además de la congelación en la retribución, posiblemente la acción previsiblemente también sufra las consecuencias del cambio en la política de retibución.
Pero no sólo los accionistas pagarán parte de la factura. Las fuentes financiera consultadas dan como muy probable la exigencia de que la entidad recurra a los instrumentos híbridos para rebajar las necesidades de capital.

Preferentes

El más destacado de todos ellos, por la masiva venta entre particulares que realizaron las entidades en los últimos tiempos, son las preferentes. Estos instrumentos, de carácter perpetuo son prácticamente ilíquidos. La entidad podrá proponer una ecuación de canje por acciones o por convertibles, con descuentos sobre el nominal, de tal modo que obtendría plusvalías y reforzaría sus recursos propios. Algo similar a lo que puede suceder con bonos necesariamente convertibles y subordinadas, siempre que las condiciones impuestas en su emisión se lo permitan.
La entidad sale ganando, ya que rebaja sus necesidades, y, por tanto la factura de intereses anuales por la ayuda. El inversor, sin embargo, carga con parte del coste del rescate.
Este reparto de las cargas es distinto del que hasta ahora se estaba aplicando en España. En Bankia, por ejemplo, con cerca de 12.000 millones de recursos entre preferentes y subordinadas, el nuevo presidente José Ignacio Goirigolzarri, descartó convertir estos instrumentos en capital. También en NovaGalicia, en el que el Estado controla el 93 por ciento del capital, ha propuesto canjear preferentes por depósitos.

Depósitos

La irrupción de Europa puede cambiar estos planes, y obligar a los inversores a que soporten parte de la pérdida. En este caso, Gobierno y entidades financieras tendrían que soportan otra ración de desgaste político, por un lado, y coste reputacional por otro.
Las preferentes han sido colocadas entre minoristas, en muchos ocasiones, como sustitutos perfectos de los depósitos. Por ello, ahora que algunas entidades las han canjeado con pérdidas para los inversores o han suspendido el pago de intereses ya se encuentran en el foco judicial: la fiscalía general del Estado ha abierto una investigación para determinar si ha habido supuestas estafas en la venta de estos instrumentos.
Pero no todo serán malas noticias para los ahorradores. Los depósitos a plazo fijo quedan más seguros que nunca, ya que la multimillonaria inyección a la banca española aleja cualquier posibilidad de quiebra.