Sentirnos sexys no sólo se trata de lo que usamos o cómo nos vemos. Se trata de cómo te ves. Ese sentimiento de confianza y seguridad es bueno para tu salud.
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Cuando recibes con los brazos abiertos a la versión más sexy de ti
misma, toda tu vida comenzará a avanzar de una manera distinta. De
pronto ya no habrá más inseguridades dentro de ti y dejarás de ponerle
límites a lo que puedes alcanzar.
Estos son los beneficios
El sexo. Primero vamos a
contarte lo más obvio: Sentirte sexy te ayudará a tener sexo. Si confías
en tus atributos y los utilizas a tu favor, tu vida sexual comenzará a
despegar, lo cual le brindará muchísimos beneficios a tu cuerpo y tu
mente.
Mejor sexo. Obviamente si te
sientes cómoda con quién eres, tu desempeño en la cama será mucho
mejor, ya que nada podrá detenerte en la alcoba. Los orgasmos reducen la
presión sanguínea, el estrés y ayudan a dormir mejor.
El sistema inmunológico.
Cuando nos sentimos sexis, nos cuidamos más. Evitamos los alimentos que
sabemos que nos hacen mal y cuidamos de nuestra salud. Eso significa que
estarás comiendo bien y tendrás los nutrientes para pelear contra virus
y bacterias.
Tu visión de la vida cambiará.
Una vez que comiences a esforzarte por ser más sexy, ya no hay vuelta
atrás. Cada vez procurarás ser mejor y lucirás increíble, lo cual te
hará mantenerte más sana que nunca. Te sentirás motivada a comer bien y a
llevar una vida activa.