Reino Unido.- Gaynor Rzepka, de 25 años de
edad, no tenía idea que estaba embarazada, cuando este 16 de febrero se
encontraba en Llantwit Major, Glamorgan, en la casa de sus padres y
entonces le dieron muchas ganas de defecar.
La mujer entró al cuarto de baño, se bajó los pantalones y se sentó en la taza; luego de pujar un par de veces, no salió ningún desecho, de hecho todo lo contrario, Gaynor dio a luz en el escusado.
"Sólo pujé y él salió. Pude atraparlo antes que cayera en el agua. Me quedé en shock", declaró Gaynor.Su hijo, el pequeño Olly-James, pesó 2.9 kilos y nació perfectamente sano.
Cuando se dio cuenta que había tenido un hijo, no podía creerlo, se sentó a llorar en el baño, luego sus padres acudieron al rescate y le pidieron que se calmara, asegurándole que todo estaría bien.
Gaynor insiste que no estaba enterada de su embarazo pues sus períodos menstruales eran regulares y su aumento de peso no fue significativo. Continuó trabajando en el supermercado Cowbridge e incluso, hace 5 meses, corrió el medio maratón de Cardiff.
"No tuve ninguna señal, ni malestar, tampoco dolor, nada en absoluto. Tuve mis períodos hasta el final. Comí mucho la pasada Navidad y pensé que mi aumento de peso se debía a eso", confesó Gaynor.
Pero ahora que lo piensa si hubo algo muy extraño, pues hace poco se le empezaron a antojar mucho unas barras de chocolate que por lo general odia.