Luego de que en meses pasados las cataratas del Niágara se congelaran debido a las bajas temperaturas, de hasta 30 grados bajo cero, y tormentas invernales que azotaron gran parte de Estados Unidos y Canadá, empiezan a elevarse los termómetros y como consecuencia a deshacerse el hielo que dejó imágenes únicas de la naturaleza.