Yo fui uno de tantos niños que creció viendo a esos cómicos y
espectaculares luchadores de la WWE (antes conocida como WWF) en
Telecinco por los años 90. Recuerdo el día en el que me contaron que
este deporte era un teatro, que no se pegaban en realidad, aquella
verdad fue más dolorosa que cuando supe que los reyes magos eran los
padres. Todos teníamos los muñequitos de ‘El Enterrador’, ‘El Poli
Loco’, ‘Snake Roberts’ o ‘Macho Man’, unos éramos fans incondicionales
de ‘El Último Guerrero’ y otros de ‘Hulk Hogan’, pero todos imitábamos
en el recreo del colegio a estos gladiadores que sábado tras sábado nos
hacían disfrutar y chillar en el salón de nuestras casas.
Hace poco quise saber qué había sido de estos grandes personajes de mi infancia, y para mi sorpresa comprobé que una gran mayoría había fallecido en extrañas situaciones, especialmente por ataque al corazón debido al consumo de drogas. ‘Mr. Perfect’, ‘El Poli Loco’, ‘Bam Bam Bigelow’, ‘André el Gigante’, ‘Terremoto Earthquake’, ‘Owen Hart’, ‘Yokozuna’, ‘British Bulldog’, ‘Macho Man’, ‘Eddie Guerrero’, ‘Umaga’, ’Tornado Texas’ y tantos otros han sido las misteriosas víctimas de este deporte.
Y es que estos gladiadores se movían en un círculo de drogas y fármacos sin control alguno. ‘El Último Guerrero’ hace no mucho afirmaba que Hulk Hogan no paraba de esnifar cocaína y ofrecerla al resto de luchadores. Ese era el mundo que vivían muchos de ellos a diario, nosotros en cambio desde nuestro pensamiento inocente sólo veíamos a unos ídolos que nos divertían dándose todo tipo de mamporros con patadas voladoras, sillas, porras e incluso estacas. Y que hacían reírnos y agitarnos con espectáculos como ‘el baile del San Vito’ de ‘El último guerrero’, la serpiente de Jake Roberts, el hedor de sobacos de los ‘Sacamantecas’, la rotura de camiseta de Hulk Hogan o el tenebroso rostro de ‘The Undertaker’. Ahora que nosotros hemos crecido, esas caras de admiración que teníamos hacia ellos se han transformado en pena por sus trágicas muertes.
Davey Boy Smith, más conocido como ‘British Bulldog’ por ser de
Manchester, falleció a los 39 años de un ataque al corazón mientras se
encontraba de vacaciones, tras una vida mezclando esteroides y hormonas
de crecimiento humano. Justo antes de su muerte estaba intentando volver
al ring junto a su hijo, DH Smith, que ahora ha tomado su relevo en la
WWE.
André René Roussimoff era aquel gigantón francés llamado ‘André el Gigante’, que aparecería hasta en la película de Conan el Destructor haciendo de Dagoth, el Dios soñador. Sufría de acromegalia, una enfermedad que aumenta la hormona de crecimiento. Murió en la capital francesa en 1993, a los 46 años, de una insuficiencia cardiaca cuando se encontraba durmiendo en un hotel de París. En estos tiempos su imagen se ha hecho más conocida gracias al artista callejero ‘Obey’, que creó la marca basándose en el rostro del enorme luchador. Medía 2,24 m y pesaba más de 200 kilos. Pero a este grandullón también se le conocía por lo mucho que bebía, llegando a tener que contratar la WWF una especie de ayudante para vigilarle durante sus nocturnas juergas con las que solía ir junto a Hulk Hogan. Se dice que se llegó a beber la asombrosa cantidad de 119 latas de cerveza en tan solo 6 horas. También, en un hotel de Pennsylvania se lo encontraron completamente inconsciente tras beberse 127 cervezas. Estuvo tirado en el suelo del bar hasta que recuperó la consciencia, porque a ver quién es el simpático que levanta a semejante gigante.
También Jorge ‘El Gigante’ González sufría de acromegalia, una
enfermedad que sumada a una diabetes que se complicó fue mortal. Este
argentino fue jugador de baloncesto e incluso fue elegido por los
Atlanta Hawks en la posición 58 del draft de 1988.
Owen y Bret Hart, dos hermanos canadienses también pasaron por un calvario. El primero murió a los 34 años en el espectáculo que predecía a uno de sus combates frente a ‘The Godfather‘ en el evento Over the Edge. El pequeño de los hermanos iba a entrar al escenario mediante una tirolina de 25 metros de altura, sin embargo el cable que le sostenía se partió y se golpeó contra el poste del ring. Las heridas iban a ser mortales, se lesionó la arteria aorta lo que le produjo una hemorragia interna.
Su hermano Bret iba a tener más suerte, ya que en el 2002 estuvo cerca de la muerte tras un accidente en bici. Un fuerte golpe que se dio después de tropezar con un bache, y que le llevó a tener un derrame cerebral y tener paralizado todo su lado izquierdo. Bret consiguió recuperarse pese a sufrir algunas consecuencias del accidente.
Otro canadiense que tuvo un final dramático e impactante fue Chris Benoit. Según dictó la policía el luchador asesinó a su mujer y a su hijo para suicidarse después. Su hijo fue encontrado en su dormitorio, tenía 7 años y sufría el Síndrome X frágil, un trastorno que ocasiona retraso mental. A su vez, su mujer Nancy estaba en la sala de estar. Por último, Chris se suicidó en el lugar donde más tiempo pasaba y más conocía, la sala de pesas de su casa, se ahorcó con un cable de acero de una de las máquinas. Muchas han sido las especulaciones sobre este asesinato, pero sin llegar a ninguna conclusión certera. Lo que sí se supo es que se encontraron esteroides en su casa, unos esteroides que llevaba tomando desde los 15 años, y que sumado a los duros golpes que se dio en la cabeza durante toda su carrera, hacía que este canadiense tuviese el cerebro completamente destrozado, habiendo alcanzado la demencia pugilística, lo que se conoce como Encefalopatía Traumática Crónica (CTE).
Un amigo de éste era Eddie Guerrero, un luchador más con problemas de adicción a los analgésicos, al alcohol y a otro tipo de sustancias. Fue hallado muerto a sus 38 años en el cuarto de baño de un hotel de Minneapolis. El motivo era claro: ataque al corazón. Llevaba varios días sintiéndose muy cansado físicamente y sufriendo problemas cardiacos. Llegó a sufrir un ataque cardiaco en mitad de una pelea, y la gente no sabía si entraba dentro del espectáculo o no.
Otro caso extraño fue el de Jimmy Snuka y su esposa Nancy Argentino, que fue encontrada muerta por lesiones craneocerebrales indeterminadas. El único sospechoso era Jimmy, pero no se encontraron las suficientes pruebas y el caso quedó abierto, sin saber si fue una muerte accidentada o un homicidio.
O el de Kerry Von Erich ‘Tornado Texas’ que se suicidó en el rancho de su padre con un revólver Magnum, se disparó en el corazón. Parece ser que no aguantó la presión, ya que un día antes fue acusado de falsificación de recetas médicas y de un cargo de drogas con penas de prisión. Kerry era adicto a los analgésicos desde que le amputaron uno de sus dedos a los 16 años tras un accidente de moto.
Hace poco quise saber qué había sido de estos grandes personajes de mi infancia, y para mi sorpresa comprobé que una gran mayoría había fallecido en extrañas situaciones, especialmente por ataque al corazón debido al consumo de drogas. ‘Mr. Perfect’, ‘El Poli Loco’, ‘Bam Bam Bigelow’, ‘André el Gigante’, ‘Terremoto Earthquake’, ‘Owen Hart’, ‘Yokozuna’, ‘British Bulldog’, ‘Macho Man’, ‘Eddie Guerrero’, ‘Umaga’, ’Tornado Texas’ y tantos otros han sido las misteriosas víctimas de este deporte.
Y es que estos gladiadores se movían en un círculo de drogas y fármacos sin control alguno. ‘El Último Guerrero’ hace no mucho afirmaba que Hulk Hogan no paraba de esnifar cocaína y ofrecerla al resto de luchadores. Ese era el mundo que vivían muchos de ellos a diario, nosotros en cambio desde nuestro pensamiento inocente sólo veíamos a unos ídolos que nos divertían dándose todo tipo de mamporros con patadas voladoras, sillas, porras e incluso estacas. Y que hacían reírnos y agitarnos con espectáculos como ‘el baile del San Vito’ de ‘El último guerrero’, la serpiente de Jake Roberts, el hedor de sobacos de los ‘Sacamantecas’, la rotura de camiseta de Hulk Hogan o el tenebroso rostro de ‘The Undertaker’. Ahora que nosotros hemos crecido, esas caras de admiración que teníamos hacia ellos se han transformado en pena por sus trágicas muertes.
André René Roussimoff era aquel gigantón francés llamado ‘André el Gigante’, que aparecería hasta en la película de Conan el Destructor haciendo de Dagoth, el Dios soñador. Sufría de acromegalia, una enfermedad que aumenta la hormona de crecimiento. Murió en la capital francesa en 1993, a los 46 años, de una insuficiencia cardiaca cuando se encontraba durmiendo en un hotel de París. En estos tiempos su imagen se ha hecho más conocida gracias al artista callejero ‘Obey’, que creó la marca basándose en el rostro del enorme luchador. Medía 2,24 m y pesaba más de 200 kilos. Pero a este grandullón también se le conocía por lo mucho que bebía, llegando a tener que contratar la WWF una especie de ayudante para vigilarle durante sus nocturnas juergas con las que solía ir junto a Hulk Hogan. Se dice que se llegó a beber la asombrosa cantidad de 119 latas de cerveza en tan solo 6 horas. También, en un hotel de Pennsylvania se lo encontraron completamente inconsciente tras beberse 127 cervezas. Estuvo tirado en el suelo del bar hasta que recuperó la consciencia, porque a ver quién es el simpático que levanta a semejante gigante.
Owen y Bret Hart, dos hermanos canadienses también pasaron por un calvario. El primero murió a los 34 años en el espectáculo que predecía a uno de sus combates frente a ‘The Godfather‘ en el evento Over the Edge. El pequeño de los hermanos iba a entrar al escenario mediante una tirolina de 25 metros de altura, sin embargo el cable que le sostenía se partió y se golpeó contra el poste del ring. Las heridas iban a ser mortales, se lesionó la arteria aorta lo que le produjo una hemorragia interna.
Su hermano Bret iba a tener más suerte, ya que en el 2002 estuvo cerca de la muerte tras un accidente en bici. Un fuerte golpe que se dio después de tropezar con un bache, y que le llevó a tener un derrame cerebral y tener paralizado todo su lado izquierdo. Bret consiguió recuperarse pese a sufrir algunas consecuencias del accidente.
Otro canadiense que tuvo un final dramático e impactante fue Chris Benoit. Según dictó la policía el luchador asesinó a su mujer y a su hijo para suicidarse después. Su hijo fue encontrado en su dormitorio, tenía 7 años y sufría el Síndrome X frágil, un trastorno que ocasiona retraso mental. A su vez, su mujer Nancy estaba en la sala de estar. Por último, Chris se suicidó en el lugar donde más tiempo pasaba y más conocía, la sala de pesas de su casa, se ahorcó con un cable de acero de una de las máquinas. Muchas han sido las especulaciones sobre este asesinato, pero sin llegar a ninguna conclusión certera. Lo que sí se supo es que se encontraron esteroides en su casa, unos esteroides que llevaba tomando desde los 15 años, y que sumado a los duros golpes que se dio en la cabeza durante toda su carrera, hacía que este canadiense tuviese el cerebro completamente destrozado, habiendo alcanzado la demencia pugilística, lo que se conoce como Encefalopatía Traumática Crónica (CTE).
Un amigo de éste era Eddie Guerrero, un luchador más con problemas de adicción a los analgésicos, al alcohol y a otro tipo de sustancias. Fue hallado muerto a sus 38 años en el cuarto de baño de un hotel de Minneapolis. El motivo era claro: ataque al corazón. Llevaba varios días sintiéndose muy cansado físicamente y sufriendo problemas cardiacos. Llegó a sufrir un ataque cardiaco en mitad de una pelea, y la gente no sabía si entraba dentro del espectáculo o no.
Otro caso extraño fue el de Jimmy Snuka y su esposa Nancy Argentino, que fue encontrada muerta por lesiones craneocerebrales indeterminadas. El único sospechoso era Jimmy, pero no se encontraron las suficientes pruebas y el caso quedó abierto, sin saber si fue una muerte accidentada o un homicidio.
O el de Kerry Von Erich ‘Tornado Texas’ que se suicidó en el rancho de su padre con un revólver Magnum, se disparó en el corazón. Parece ser que no aguantó la presión, ya que un día antes fue acusado de falsificación de recetas médicas y de un cargo de drogas con penas de prisión. Kerry era adicto a los analgésicos desde que le amputaron uno de sus dedos a los 16 años tras un accidente de moto.
Eddie Fatu “Umaga” el luchador de ascendencia samoana murió en el sofá de su hogar sentado junto a su mujer viendo la televisión. Se quedó supuestamente dormido, y horas más tarde su mujer vio que sangraba por la nariz y que no respiraba. Parece ser que había ingerido un calmante de dolor, un relajante muscular y dyazepam, además de hormonas de crecimiento. Falleció a los 36 años de edad, y ya era su segundo ataque al corazón que padecía en dos días. Antes ya había tenido problemas con la WWE por no querer entrar a una clínica de rehabilitación, y violar el código de sustancias dopantes.
Uno más que murió en su habitación fue Curt Hennig, más conocido como ‘Mr. Perfect’, a los 44 años por sobredosis de cocaína. Según su padre, también consumía con frecuencia esteroides y analgésicos.
Scott Charles ‘Bam Bam’ Bigelow falleció a los 45 años por otra sobredosis de cocaína y benzodiazepina cuando se encontraba en su casa de Florida. Además, este corpulento pero ágil luchador de 1,91m y 180 kg sufría del corazón, de una infección persistente y de diabetes.
Ray Traylor ‘Big Bossman’ o ‘El Poli Loco’ fue otra de las víctimas de un ataque al corazón con 41 años, también producido por el exceso de diferentes drogas.
‘Macho Man’ Randy Savage sufrió un ataque al corazón a sus 58 años mientras conducía, perdió el control de su coche Jeep Wrangler y se estampó contra un árbol. Él murió, pero su mujer que le acompañaba en el auto logró sobrevivir.
Otro paro cardiaco más: ‘El Cariñoso’ Rick Rude, el luchador falleció a los 40 años por una sobredosis de medicamentos mixtos, concretamente Ácido Gamma-Hydroxybutryco y esteroides, que tomaba para incrementar su masa muscular y reducir sus dolores.
Road Warrior Hawk, conocido por formar pareja junto a Road Warrior Animal con una vestimenta con pinchos. Otro más que cayó en su casa de un ataque al corazón a los 46 años de edad. Marchó a echar la siesta porque se sentía muy agotado y no se volvió a despertar. También había tenido problemas con las drogas y alcohol.
Al enorme John ‘Terremoto Earthquake’ Tenta se le detectó cáncer de hígado, y pese a luchar durante dos años por su vida fallecería en junio de 2006 a los 42 años.
Andrew Martin ‘Test’ murió de una sobredosis de oxicodina, un fuerte analgésico opioide. En su casa también se encontraron esteroides y otros analgésicos. Anteriormente había tenido problemas con la WWE al ser suspendido por no cumplir con las política de drogas.
Crash Holly fue hallado muerto con 33 años por asfixiarse con su propio vómito. Había mezclado alcohol con medicamentos como Carisoprodol, un relajante muscular.
Ray Fernandez ‘Hércules’ murió de un ataque al corazón a los 47 años cuando estaba durmiendo en su casa.
A Brian Pillman lo encontraron muerto a los 35 años en la habitación de su hotel, la causa: parada cardiaca. También consumía drogas y alcohol de manera habitual. Su hijastra, Alexia ‘Sexy’ Ramos, que también se iniciaría en el mundo del ‘Pressing Catch’, falleció también a los 26 años tras un accidente de automóvil.
Y es que las mujeres que trabajaban en la lucha libre profesional tampoco se libraron de las muertes. Miss Elizabeth, manager y esposa primero de Randy Savage y después de Lex Luger, falleció con 42 años por una sobredosis de drogas y alcohol en la casa que compartía con Lex Luger.
¿Qué extraña maldición ha caído sobre estos gladiadores de la lucha libre americana? Tal vez la desinformación, la incultura o la repentina fama les hizo no tener miedo a las drogas, y tener una corta vida de éxitos y rápida muerte. Unas consecuencias trágicas, que nos quitan un trozo de infancia a todos los que seguíamos a estos titanes. Ahora sólo toca rezar para que las muertes no continúen acechando este deporte.