El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha ratificado este lunes con su firma la ley que condena a cadena perpetua a los homosexuales reincidentes y a 14 años de cárcel a los acusados por primera vez. El brutal castigo cuenta con un amplio apoyo por parte de la población.
Por primera vez, la ley hace referencia explícita a las lesbianas, que también sufrirán las mismas condenas. Además, las personas que se nieguen a denunciar a homosexuales será considerado como un criminal y criminaliza también la "promoción" e incluso el "reconocimiento" de las relaciones homosexuales por parte de la Administración pública y de cualquier ONG "dentro o fuera del país".
El texto incial proponía la pena de muerte, pero la medida fue retirada tras las fuertes críticas de la comunidad internacional.
Según un informe de Amnistía Internacional, la homosexualidad es ilegal en 38 de los 54 países del continente africano, castigada con pena de muerte en Mauritania, Sudán, el norte de Nigeria, y el sur de Somalia. Cabo Verde descriminalizó la homosexualidad como delito en 2004 y otros países se han comprometido a hacerlo, como la isla de Mauricio, Santo Tomé y Príncipe, y las Islas Seychelles.