Mariano Rajoy desprecia la igualdad desde que tiene uso de razón. Por razones puramente ideológicas, el presidente del Gobierno no cree que las desigualdades sean un problema. Ya lo afirmó claramente en un artículo que publicó en 1983 en el periódico El Faro de Vigo, titulado 'La desigualdad humana', cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra. En estos pasajes, Rajoy deja claro que los hijos de buenas estirpe superan a los demás, entre otras ideas:
"Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de "buena estirpe", superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas "Leyes" nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación."
Y añade: "Por ello, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas y establecen para ello normas, cuya filosofía última es la de la imposición de la igualdad, son radicalmente contrarias a la esencia misma del hombre... y constituyen un claro atentado al progreso."
En su discurso de hoy en el debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy no ha hablado de sanidad ni de educación ni de servicios sociales ni de vivienda ni de la mujer ni de salarios ni de pensiones... porque no le importan lo más mínimo. Es más, piensa que tomar medidas para el acceso universal e igualitario a estos servicios es contraproducente. Eso se llama ideología. Pura ideología.
El famoso artículo de Rajoy sobre la desigualdad y "la buena estirpe" que ha citado Alfredo Pérez Rubalcaba en el Debate sobre Estado de la Nación #DEN2014