martes, 25 de febrero de 2014
Las diferentes etapas cuando te quedas solo en casa
¿Los compañeros de apartamento salieron? ¡Yupi! Analicemos cómo evolucionan las etapas emocionales desde que salen hasta que finalmente vuelven a casa.
1. Primero te sientes liberado: Es hora de quitarse la ropa.
Sí, tienes razón. ¿No hay nadie por ahí que me juzgue por no llevar pantalones o camiseta? ! No importa si lo hago. Me quito toda la ropa y bailo por ahí con música navideña antes de tiempo.
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2. Luego empiezas a sentirte algo intrépido y travieso (¡en la COCINA, por supuesto!)
¿No hay nadie al lado que te diga que NO actúes como si estuvieras en un desafío de Iron Chef Quick Fire con los restos de comida china y demás cosas que sacas al azar de la nevera?
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3. Después de comer, te sientes completamente enfocado. Es hora de estudiar, arreglar la casa, hacer los deberes, etc.
Quiero decir: Tal vez no COMPLETAMENTE enfocado. Pero hay tanta tranquilidad y lo único que puede distraerte eres tú mismo e Internet. Eliminar esas 3 horas de charlas y tonterías con los compañeros de casa por lo menos ayuda mucho en la productividad. Así que al menos podrás trabajar un poco más que de costumbre.
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4. Luego empiezas a sentirte un poco solo.
Ya está empezando a oscurecer afuera y comienzas a darte cuenta de que vas a dormir solo en una casa/apartamento /casa rodante/morada vacía.
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5. Pero luego te acuerdas de la reconfortante TV (o Netflix).
¿Nadie a quien abrazar? Agarra una cobija suave y esponjosa y enróscate en la cama o en el sofá y mira algo de TV.
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6. ¡No, espera! ¡Oíste un ruido y ahora estás muerto de miedo!
Acabas de oír algo y ahora sabes que alquien o algo está en la casa. Te empiezas a imaginar las peores situaciones mientras se te ponen los pelos de punta.
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7. Esto te hace sentir un poco tonto.
Una vez que encuentras de dónde viene el ruido, te sientes algo ridículo: cuando un gancho adhesivo soporta mucho peso, lo más probable es que se caiga. Ya eres grande, así que te burlas del miedo que sentiste unos minutos antes y continúas con tu formidable noche a solas.
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8. Pero entonces empiezas a ponerte sentimental.
¡Ah! ¿Olvidé mencionar que has estado bebiendo a buen ritmo desde que tus compañeros se fueron? Entre más bebes, la TV, que antes te reconfortaba, más te muestra a tus amigos divirtiéndose con otra gente. Tú y tus compañeros solían pasarla bien hace un día. Ahora se han ido. Bebes más para ahogar tu pena.
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9. Finalmente te sientes vacío.
Ya no es nada divertido que tus compañeros no estén y algo en ti se siente vacío. Los quieres de vuelta en tu vida, de inmediato. Ya no puedes ver más televisión pues has tomado mucho, y te quedas tristemente dormido de la borrachera.
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10. Pero cuando por fin llegan a casa te sientes ¡EXTASIADO!
Tus compañeros no saben que les vas a saltar encima cuando pasen por la puerta. Tu fuerte dolor de cabeza pasa a un segundo plano por un rato. Suponiendo que el amor es mutuo, esto se vuelve una tremenda fiesta amorosa.
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De verdad que nunca se sintió tan bien estar reunidos.
Fuente: www.buzzfeed.com