En Tu palabra confiamos, con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
El Ministerio del Interior va a instalarse en una capilla para ser coherente con las medidas que va tomando su titular, Jorge Fernández Díaz, siniestro personaje del Opus. La última jaculatoria de este integrista ha sido la decisión de que en actos oficiales de la Policía se cante un canto religioso compuesto por un cura católico.
Hasta ahora, en las ceremonias de homenaje a los agentes muertos o en actos similares se entonaba la tradicional marcha fúnebre de Chopin, pero Fernández Díaz prefiere una composición con espíritu nacional. Esta decisión viene a completar la entrega de la medalla de oro al Mérico Policial a Nuestra Señora María Santísima del Amor por parte de su ministerio.
La Dirección General de la Policía quiere que se cante este viernes 28 en la jura de nuevos inspectores que se celebrará en la Academia de Policía de Ávila. Para ello, ha repartido a los agentes un hoja con la letra de 'La muerte no es el final', que así se titula el canto compuesto por el sacerdote vasco Cesáreo Gabaráin.
Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino,
que aunque morimos no somos carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos, nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo, sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza por el hermano perdido,
cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos, con la certeza que Tú ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz. Ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste, todos vencimos contigo
nos regalaste la vida, como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado, no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos vida más clara y mejor