Todas las personas tenemos secretos y más cuando nos encontramos con otra persona y decidimos formar una pareja.
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Entre el universo de uno y el universo de otro siempre quedarán
recuerdos flotando que no tenemos que compartirnos, cosas que ni se
mantendrán como secretos durante toda la relación, aunque no
necesariamente sean cosas negativas.
Aquí les dejamos 5 ejemplos:
1. Los recuerdos de nuestras relaciones pasadas.
Así como los fantasmas de las Navidades anteriores, todas las personas
cargamos con los fantasmas de nuestros ex novios. Son parte de nuestra
historia, de nuestra vida y del camino que hemos recorrido. Pero no hay
necesidad de contarle a tu pareja actual sobre tu pareja anterior más
allá del nombre, la duración y el motivo por el que terminaron.
Todo lo demás puede permanecer en secreto, es más, debería permanecer en secreto por salud mental de ambos.
2. Nuestra impresión real de los regalos.
La verdad es que, 90% de las veces, no nos van a gustar sus regalos.
Muchos nos parecerán lindos pero en la mayor parte de las ocasiones
pensaremos que nosotros hubiéramos escogido otra cosa. Supongo que
funciona igual del otro lado, pero es una realidad con la que todas
vivimos y no pasa nada.
Jamás lo diremos porque para nosotras es más
importante el detalle que el objeto en sí mismo y es más importante
verlos sonreír cuando nos lo dan que lo que nos están dando. Y sí,
muchas veces usaremos esos aretes o esa bolsa sólo porque ustedes nos la
regalaron y tal vez hasta terminemos encariñándonos con el objeto.
3. Lo que gastamos. No
importa cuánto llevemos en una relación y el nivel de confianza que
exista, pocas veces diremos la verdad sobre el dinero que gastamos en
las cosas que sentimos a ustedes les parecerán irrelevantes. Aunque sean
$20, siempre le bajaremos el precio al vestido, a los zapatos, al
maquillaje.
4. Lo que pensamos de su familia. Estas serán siempre omisiones sutiles por el bien de la pareja. Nunca diremos (y tal vez nunca deberíamos) lo que REALMENTE pensamos de su familia y de sus amigos más cercanos.
Cuando la relación es seria nos limitamos a
aceptar que él viene con ese paquete y ni siquiera nos detenemos a
pensar en las cosas que no nos gustan de las personas en su vida.
5. Lo que hacemos en el baño.
Imágenes mentales innecesarias… Cuando una pareja lleva mucho tiempo
conviviendo juntos se caen muchas barreras de intimidad, entre ellas, se
empiezan a compartir ciertos hábitos que antes eran impensables como
rasurarte las piernas, hacer pipí, sonarte la nariz… Entre más pasen los
años más se cruzan estas fronteras pero siempre habrá un tanto de
misterio cuando cerramos las puertas del baño… o debería.
El cuerpo es cuerpo y no hay nada de malo o
sucio en los procesos biológicos que experimentamos, pero hay imágenes
mentales que no son necesarias en la cabeza de nuestras parejas, como
hay imágenes mentales que nosotras no necesitamos tener.