Pero tranquilos, la caverna está repleta de hermanos Salvatore, lo mismo dijeron al ver toreras en las plazas, señoras votando y nazarenas y costaleras en esa Semana Santa que los camaradas de Carmenova sueñan con prohibir junto con las chuches, las ferias y el bacalao con tomate. Para algunos voceros mediáticos, toda novedad es herejía; toda pluralidad o su sospecha, bolcheviquismo; cualquier pincelada de distinción, un ataque a las tradiciones. Son tontos ab initio, hipócritas de oliva virgen extra variedad Cornicabra, falsarios macerados 35 años en barricas de roble húngaro.
Hoy, noche de Reyes, España está llena de niños tristes y sin regalos, de ancianos robados por las eléctricas, acurrucados en mantas, de familias que serán desahuciadas de sus casas, de parados abrumados por el futuro y la marginación, de madres frustradas ante una mesa vacía, de gente decente que duerme en las calles, bajo la lluvia, de pensionistas arruinados por los bancos, de abuelos que no han cenado, de jóvenes sin ilusión ni futuro. Sí, precisamente ahora, también, todavía, en esta noche de Reyes, pero los cuerdos, los puros, los guardianes de nuestros sagrados valores y tradiciones, los paladines de la ética y la justicia, solo levantan la voz contra las reinas magas, grave herejía que amenaza la esencia de la Navidad. ¡Dónde vamos a llegar! ¡Penitenciágite! ¡Penitenciágite!
Deseo que a todos estos gurdianes de la Navidad los Magos y las Magas de Oriente les traigan luces, sensibilidad, empatía y un corazón decente, lo necesitan para vivir y dejar vivir al prójimo. Para vosotros pido salud, versos, inspiración, amores y quimeras, tiempo y libertad. Para mí y para los míos una prórroga de felicidad, si se merece. También, por qué no, un punto de locura para todos. Feliz noche de Reyes.
Hoy, noche de Reyes, España está llena de niños tristes y sin regalos, de ancianos robados por las eléctricas, acurrucados en mantas, de familias que serán desahuciadas de sus casas, de parados abrumados por el futuro y la marginación, de madres frustradas ante una mesa vacía, de gente decente que duerme en las calles, bajo la lluvia, de pensionistas arruinados por los bancos, de abuelos que no han cenado, de jóvenes sin ilusión ni futuro. Sí, precisamente ahora, también, todavía, en esta noche de Reyes, pero los cuerdos, los puros, los guardianes de nuestros sagrados valores y tradiciones, los paladines de la ética y la justicia, solo levantan la voz contra las reinas magas, grave herejía que amenaza la esencia de la Navidad. ¡Dónde vamos a llegar! ¡Penitenciágite! ¡Penitenciágite!
Deseo que a todos estos gurdianes de la Navidad los Magos y las Magas de Oriente les traigan luces, sensibilidad, empatía y un corazón decente, lo necesitan para vivir y dejar vivir al prójimo. Para vosotros pido salud, versos, inspiración, amores y quimeras, tiempo y libertad. Para mí y para los míos una prórroga de felicidad, si se merece. También, por qué no, un punto de locura para todos. Feliz noche de Reyes.
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