Excelsior.
Nikki Abrell, una mujer de 35 años, entró a una sucursal de Subway para comer y encerrarse durante dos horas en el baño para fumar un poco de la marihuana sintética que acababa de comprar.
Luego que Abrell fumó una buena cantidad del estupefaciente, salió del baño compeltamente desnuda, hizo explotar un extintor y comenzó a causar destrozos en el restaurante.
Mesas, sillas, cuadros decorativos, panes e ingredientes, nada dentro del lugar se salvó del ataque de la mujer que, intoxicada, mantuvo a los empleados y clientes del lugar completamente aterrorizados.
Al cabo de unos minutos, tanto los comensales como los miembros del personal de la sucursal pudieron salir ilesos del ataque.
Algunos testigos incluso indican que Abrell lanzó varios trozos de sus propias heces a los muros del lugar.
Las autoridades locales detuvieron a Nikki bajo los cargos de conducta criminal en tercer grado y asistencia al arresto.
Uno de los testigos pudo grabar unos segundos del extraño incidente.
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