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Daan Roosegaard, dueño de un estudio de diseño en Rotterdam, Países Bajos, creó una torre de siete metros de altura que puede limpiar el aire a su alrededor.
Luego de un viaje a China, donde sufrió de primera mano la contaminación en la nación asiática, empezó a trabajar en un purificador de aire para exteriores que desembocó en la Torre Libre de Smog que limpia 28,316 metros cuadrados de aire en una hora y usa tan poca electricidad como un boiler.El volumen equivale a un cubo de 30.5 metros por lado.
La torre inhala el aire y un electrodo interno da una carga positiva a las particular de polvo. Luego un contraelectrodo con carga negativa atrae a las partículas, con lo que el aire que sale es más limpio.
La torre se ha probado en la ciudad natal de Roosegaard y los resultados han mostrado que el aire a 24 metros alrededor de la torre es, en promedio, 75% más limpio que en el resto de la ciudad.
Roosegaard se encuentra actualmente en pláticas para llevar el prototipo a un nivel comercial.
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