lunes, 23 de marzo de 2015

Reflexiones desde Andalucía, la primera etapa electoral del año




Susana Díaz sale reforzada tras las elecciones



Susana Díaz ha ganado con una campaña personal en la que se olvidó del partido al que pertenece y con la palabra 'Andalucía' pegada a su vestimenta y repetida sin descanso en sus discursos. Su resultado es mejor del que le daban todas las encuestas. La ley electoral le ha ayudado, pues ha logrado el mismo número de escaños de 2012, 47, a pesar de haber perdido 120.000 votos. Su indiscutible triunfo le da un respiro al PSOE nacional, tan necesitado de buenas noticias.

Además, la nueva composición del Parlamento andaluz le va a permitir gobernar con más comodidad que en la anterior legislatura, incluso sin tener que recurrir a un pacto de gobierno con Ciudadanos, el más lógico tras los resultados. Solo necesita pactos puntuales para no sufrir demasiado. Los datos de Andalucía pueden detener, de momento, la sangría de votos del PSOE en el resto del país, aunque sus efectos se podrían ir diluyendo.

El batacazo del PP es brutal, pues estando en la oposición pasa de los 50 escaños a los 33. El resultado supone un bofetón para Mariano Rajoy, que le podría pasar factura si el PP no logra detener su leve aunque continuado descenso de votos en las elecciones de mayo. Es posible que la excesiva presencia de Rajoy en la campaña andaluza haya sido contraproducente, lo que será empleado en su contra dentro del PP. Los resultados de mayo serán determinantes para su futuro en el partido.

Podemos ha logrado un gran resultado, aunque buena parte de sus seguidores haya salido decepcionado por las expectativas creadas en los sondeos. Lograr un 15% en votos y 15 diputados por parte de un partido que apenas había empezado a organizar su estructura interna en la comunidad es un éxito, especialmente en una región tan difícil como Andalucía, con ese enorme cajón de voto cautivo con que cuentan los dos grandes partidos, especialmente el PSOE. Este buen resultado en Andalucía, sin embargo, no es suficiente para ganar unas elecciones generales. Por ahora, Podemos no es alternativa de gobierno.

El caso más sorprendente quizá sea el de Ciudadanos, con un 10% de votos y 9 diputados para un partido que apenas tiene nada detrás, y que surgió a base de titulares de prensa durante unos días tras los resultados que les daban las encuestas. El partido de Albert Rivera ha sido el máximo culpable del descalabro del PP, al que le puede robar votos con más facilidad en el resto del país, aunque también ha podido frenar en parte la subida de Podemos. Ciudadanos ha demostrado que el PP puede perder en (casi) todas las elecciones que jalonan 2015.

Izquierda Unida partía con muchos problemas para colocar su discurso, después de tres años gobernando con un PSOE envuelto en graves casos de corrupción, y del que no se marchó por voluntad propia, sino que fue 'expulsado' sin miramientos por la presidenta Díaz. Andalucía es uno de los feudos de IU, pero Podemos le ha arrebatado la mitad de sus electores, lo que puede dificultar el futuro electoral de esta formación, sobre todo en las generales de final de año. Ni la frescura de Alberto Garzón, que ha salido tocado por el descalabro de su formación, ni el empujón dado por Julio Anguita, han servido para evitar la derrota.

Los resultados de estas elecciones no han significado el tan anunciado fin del bipartidismo por parte de muchas encuestas. Aunque este domingo PSOE y PP han perdido un buen chorro de votos, aún siguen manteniendo el 63% de apoyos entre el electorado andaluz. Quien ha perdido sin ningún paliativo ha sido el PP, con Rajoy a la cabeza. Lo verdaderamente complicado es aventurar qué es extrapolable al resto del país de los resultados en Andalucía.










Esta sería la distribución de escaños si hubiera una sola circunscripción y, por tanto, todos los votos valiesen lo mismo en Andalucía, según los cálculos realizados por 'lainformación.com':