Tal vez seas una recién llegada a esto de la maternidad. En ese caso, probablemente tengas pensado seguir sentada en el banquete de la vida mientras tus pobres padres se ocupan del churumbel, le aguantan los fines de semana y le limpian el culo de lunes a sábado. Tenemos malas noticias para ti: dejar a los niños al cuidado de sus abuelos equivale a lanzarlos al destructor de basura… (Vale, no es un buen ejemplo: los destructores de basura sólo existen en las pelis yanquis).
Bad news: dejar a los niños con los abuelos es como dejar a tu pequeño con Pepe Isbert el día de la inauguración de Cortilandia. ¿Acaso has olvidado sus gritos desgarradores buscando a ¡Chencho, Chencho!? Y puede que Chencho acabar apareciendo, sí, pero no olvides que aquello era una película. En la vida real, dejar al crío con sus abuelos te puede traer estas consecuencias:
8. “¿Y quién es este niño, abuelo?”
El candidato: Ese pedazo de octogenario donostiarra.
¿Por qué está nominado? Por ir a recoger a su nieto al colegio equivocado, llevarse un niño al azar (para no volver a casa con las manos vacías) y dejar abandonado al “nieto legal”, de 18 meses, durante dos horas en la kínder-ikastola.
Si es que los hacen todos iguales…
7. Bebe y bebé a bordo
El candidato: Un abuelo de Tennesse (EEUU), cuna del bourbon.
¿Por qué está nominado? Por conducir borracho con su nieto de dos años en el regazo. Cuando fue detenido por la patrulla del sheriff bajó con un siete latas de cerveza vacías en una mano y el crío en la otra. Megafail.
6. Abandona a su nieto por un burrito
El candidato: Frank Moreno, vecino de Chula Vista, California.
¿Por qué está nominado? Por dejar a su nieto de 2 años abandonado durante 12 horas en un carrito mientras él devoraba burritos –y otras sustancias menos confesables- en una cantina.
5. Secuestra a su nieto y lo pone a la venta en Facebook
El candidato: Un señor que jamás debió tener nietos (ni hijos), habida cuenta de su nombre Feroz Khan, de India.
¿Por qué está nominado? Por secuestrar a su propio nieto, recién nacido, venderlo a una enfermera por 830 dólares, que a su vez lo vendió a un hombre de negocios en Facebook por 15.000. ¡Abuelo, usted chochea, podía haber sacado 20 veces más por la criatura!
4. ¡El vomital se va acabal!
El candidato: Una abuela china, residente en Málaga.
¿Por qué está nominado? Por propinar 25 golpes con un palo a su nieto por vomitar. El abogado defensor de la mujer alegó que las marcas no eran de un palo sino de las agujas de acupuntura: la iracunda mujer no había agredido a su nieto sino que le había curado…
3. Se va de copas y pierde a su nieto
El candidato: El señor de la foto, a la sazón Chauncey Lewis, natural de Indiana (EEUU).
¿Por qué está nominado? Por perder a su nieto de tres años que tenía a su cargo. El hombre se fue de copas con los amigotes, dejó al pequeño durmiendo y cuando volvió se encontró la puerta de la casa abierta y el niño desaparecido. En lugar de denunciar los hechos, se fue a dormir la mona.
2. Utiliza a su nieto para introducir marihuana en la cárcel
El candidato: Richard Herizt, huésped de la penitenciaría de Lebanon, Ohio.
¿Por qué está nominado? Por utilizar a su nieto para introducir 22 gramos de marihuana en la prisión, que un canutito siempre alivia el sopor de los días en el trullo.
1. “Estos niños están muy ternescos”
El candidato: No pasa por abuelo, pero el tipo de la foto, Christopher Alan Carlson, no tiene uno sino tres nietos, de 8, 10 y 12 años.
¿Por qué está nominado? Preocupado por el sobrepeso de sus nietos, se los llevó a hacer footing. ¿Al parque? No: al Cañón del Colorado. ¿Una horita? Negativo: 30 kilómetros. Uno de los niños casi las palma por deshidratación y los tres gorditos fueron rescatados gracias a un excursionista que avisó a la policía cuando se cruzó con la expedición.
And the winner is… ¡Paul Getty!
En 1973, el multimillonario Jean Paul Getty recibió un paquete con tres ítems: un mechón de pelo, una oreja y una carta exigiendo 17 millones de dólares por devolver vivo a lo que quedaba de su nieto, Jean Paul Getty III. El tacaño abuelo se negó a pagar el rescate, alegando que tenía otros 14 nietos y por esos derroteros, se le iba a ir toda la fortuna en rescates.
Finalmente accedió a pagar a los secuestradores 2,2 millones de dólares, la máxima cifra con la que podía obtener beneficios fiscales. Nunca quiso volver a su nieto, una vez liberado y desorejado. Paul Getty III acabó fatal (ver foto), drogado y ciego, tras pasar por la Factory de Andy Warhol.
Idea original de Odee. Con información de Antena3, Fox News, NBC San Diego, Newser, 20 Minutos, News and Tribune y Marcianos.
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