Un usuario de las redes sociales, publicó un par de fotografías en redes, donde aparece apuntado a la cabeza de un menor de aproximadamente un año y medio de edad.
Dichas imágenes han causado indignación entre los usuarios de las redes sociales.
El pasado abril, Facebook dio a conocer que las autoridades mexicanas presentaron 125 solicitudes información de 212 cuentas personas registradas en la red social durante el segundo semestre de 2013, cifra casi el doble de lo observado en el semestre previo, por lo que casos como este podrían ingresar al listado de investigaciones.
El uso de las redes sociales se ha vuelto una herramienta de denuncia para las autoridades.
Hace unas semanas, un asaltante de joyerías se exhibió en su muro y fue detenido.
Otro, uno de los ladrones de la Joyería Cristal, cayó gracias a sus fotografías en la red.
En Neza, la ex novia de un joven lo citó por Facebook y lo intentó secuestrar.
En 2013, Dafne Michelle huyó con un sujeto al que conoció en internet.
José Antonio Irigoyen y Luis Miguel Rojas, acusados por explotación sexual, posaron armados.
Ana Laura Baltiérrez, de 12 años, viajó de Manzanilñlo a Tapachula para conocer a su amigo de internet.
Gabriela Hernández Guerra, joven veracruzana que anunció su muerte luego de una decepción amorosa virtual.
Roberto Alejandro Santos mató a su suegra y lo presumió en Facebook.
En Morelia, un hombre de 26 abusó de una niña de 10 a quien contactó mediante su computadora.
Carlos, un preparatoriano neolonés mató a su noviay puso pistas del crimen en su muro.
Las redes sociales han servido, además, para denunciar situaciones como maltrato animal.
La Brigada Animal subió la búsqueda de un sujeto que maltrato a un perro en el DF.
La Profepa acusó a una mujer por matar a un perrito llanero.
Las autoridades capturaron a un traficante de aves gracias a sus posts.
Las redes son utilizadas, así mismo, para el bullying.
En Nuevo León, intentó suicidarse luego de que subieran una foto suya desnuda.
En Sinaloa, le metió 65 puñalada a su amiga porque publicó fotos sin su permiso
Sin olvidar el caso de la abuela que amarró a un niño con cinta canela.