Un rayo que acompañó a la turbonada que azotó la tarde de ayer en la zona norte de Mérida, Yucatán, mató a Carlos May Reyes, de 29 años de edad, y dejó herido a Benjamín Graniel Chablé, de 36; ambos jugadores de balompié disputaban un partido en el campo de futbol de la comisaría de Flamboyanes, perteneciente al municipio y puerto de Progreso.
La turbonada azotó a las 3:50 de la tarde, cuando los jugadores de los equipos de Los Ángeles de Paraíso y Flamboyanes se retiraban del terreno de juego luego de que el árbitro lo suspendió debido a la lluvia.
Carlos May, trabajador de una constructora marítima, murió en el campo de futbol debido a las lesiones que le produjo la descarga eléctrica, en tanto que Benjamín Graniel, quien estaba a su lado, fue alcanzado por la descarga y quedó conmedio cuerpo paralizado.
Milagrosamente, en el Centro Médico Americano, a donde el segundo fue trasladado, éste comenzó a recuperarse, a pesar de las lesiones sufridas. Incluso, sus zapatos de futbol acabaron fuera de sus pies, después de la descarga. El diagnóstico médico indicó unapresión arterial alta, de acuerdo con los informes.
El partido había comenzado a las tres de la tarde, pero a la media hora comenzó a llover y el árbitro suspendió el encuentro; al amainar elaguacero se reanudó el partido y de nuevo comenzó a llover, así que el silbante decidió suspender el juego de nueva cuenta.
El alcalde de Progreso, Daniel Zacarías Martínez, confirmó el accidente en un mensaje que difundió en su cuenta de Twitter.
