A los 7 años de edad, Mike Moore, contrajo
una infección luego de que le practicaran una circuncisión, los médicos
tuvieron que amputarle la mayor parte de su pene.
La vida de Mike antes de tener un pene funcional no fue nada fácil, pasó por 3 reconstrucciones fallidas, el divorcio de su primer esposa y una depresión terrible.
Fue en 2007, mientras Mike vivía en Missisipi, que contactó a un cirujano de Stanford, Gordon Lee, quien ya había realizado un procedimiento quirúrgico exitoso parecido al que necesitaba él. Entonces Heather, su nueva esposa, lo animó a viajar hasta Stanford para ver que se podía hacer.
Felizmente y luego de un proceso que duro 4 años, Mike logró tener pene reconstruido nuevo a partir de tejidos de sus muslos.
Durante el proceso, Mike y Heather decidieron convertirse en padres, primero lo intentaron "vía natural", pero finalmente recurrieron a la inseminación artificial. Hace 6 meses nació Memphis, "el bebé milagro", según su padre.
"Este caso es, hasta lo que sé, el primero en el mundo de un hombre que tiene un hijo con un pene totalmente reconstruido", informó el Dr. Gordon Lee.
Ahora, Mike y Heather buscarán hacer crecer la familia, así que el nuevo miembro viril tendrá mucho trabajo.