Alemania.- Un día Falk Wolsky se dio cuenta
que la ortografía de su hijo Leon era pésima. El padre se dedica a
procesamiento de datos digitales, entonces se le ocurrió una idea para
corregir la forma de escribir de su vástago.
Fue así como surgió el Lernstift, bolígrafo que utiliza sensores de movimiento y una micro computadora que contiene una extensa base de datos ortográficos.
En sí, la pluma utiliza un sistema de reconocimiento de escritura (a través de los movimientos de la mano), de esta forma se percata de los errores al escribir y genera una vibración cuando son cometidos.
Por si esto fuera poco, el sistema envía un mensaje a un smartphone con WiFi donde indica al usuario del bolígrafo que error cometió y como corregirlo, todo acompañado de una carita feliz para que no se sienta intimidado.
Para muchos padres de familia y maestros, resulta el mejor invento de los últimos años. Esperan que pronto logre ayudar a muchos niños, pues además de que corrige su escritura, resulta muy divertido aprender de esta manera.