lunes, 10 de marzo de 2014

La loba había sido disparada y vimos las gotas de sangre que iba dejando sobre la nieve"





Carlos de Celis, a la derecha, con la loba cazada


Carlos de Celis, celador en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, en Castilla y León, relata en un foro de cazadores con todo lujo de detalles el rastreo que había realizado de una loba a la que había herido previamente de un disparo en una pata trasera e iba dejando rastros de sangre sobre la nieve.

El partido animalista PACMA ha afirmado que "es intolerable el regodeo de estos tipos, jactándose en foros de cazadores de cómo la persiguieron herida durante horas, cómo azuzaron y lanzaron los perros contra ella, posando con la loba muerta como un trofeo... Y todo ello pagado por el dinero de los ciudadanos". Este es el relato del cazador:

"La loba había sido disparada hacía ya mas de hora y media. Mi compañero me enseñó el sitio y vimos donde dejaba las primeras gotas de sangre sobre la nieve, parecía abundante...

Rin comenzó a trabajar... despacio... Fuimos directos a darnos de morros con el lugar donde la loba había estado tumbada. Allí encontré lo que quedaba de haberse mordido la pata... puff... está difícil pensé... Lo comuniqué a los compañeros para que todos lo supieran.

El animal iba de ladera picando hacia arriba. De repente, entre las matas de roble bajo Mario la vio. Seguimos detrás de ella con el perro de la traílla hasta que me di cuenta de que ella me veía y cuando la distancia se hacia pequeña, echaba a correr.

Ya entonces la dirección era a pecho arriba. Decidí soltar al perro para que nos la sacara a algún claro o para que la entretuviera. Vicente los vio a los dos, el perro detrás, pegado al culo, y la loba enseñando defensas.

Se apoyó en una piedra y ¡¡punn!!... pero se le quedó bajo. Un poco después la cobré... Una loba preciosa y muy grande. Bueno, yo acerté en el disparo, pero el cobro fue de todos.

Saludos"