llámenme desconfiado pero nunca encontré tan útil regalar dinero en la calle a una persona desamparada y sin hogar,
siempre pensando en que la gente no es lo que parece y que podía ser un
timo (luego de tanto timador dando vueltas por ahí). Pero la reacción
de este hombre al ver que se había ganado la lotería me tocó el corazón
directamente.