martes, 11 de marzo de 2014

Cuando el whatsapp se convierte en una trampa.



Las rupturas sentimentales suelen ser dolorosas, sin embargo, los nuevos hábitos de comunicación a través de las redes sociales y los chats están sumando, además, un mayor enganche en muchos casos, lo que dificulta el periodo de adaptación y recuperación tras la separación de la persona querida. Nuestra lectora de hoy, Silvia, nos cuenta:
He terminado con mi pareja hace una semana y desde entonces sólo estoy pendiente de su whatsapp para ver si se conecta o no, a qué hora fue la última vez que entró, si me manda algún mensaje,… Cuando veo que está en línea, me puedo pasar todo el rato mirando el móvil hasta que se desconecta. Si se conecta mucho, me atormenta pensar que pueda estar conociendo a otra chica y mandándole mensajes y si no se conecta, igualmente, creo que es porque está con alguien. No quiero llamarle porque le dije que no quería volver a saber de él, pero lo estoy pasando fatal.
Estar pendiente del móvil sólo te está conduciendo a dejar de ocuparte de ti en este momento, siendo justamente cuando más necesitas cuidarte y dedicarte tiempo para estar tranquila recolocándote en tu vida. Has de tener en cuenta que cuantas más veces mires el teléfono para ver si él está o no, estás alimentando un circuito de enganche emocional y de dependencia de tu ex pareja. Fíjate cómo cualquier acción va a ser interpretada negativamente: si no se conecta, malo porque piensas que está con otra chica y si se conecta, también es negativo puesto que al no escribirte a ti estás convencida de que le escribe a otra mujer. De este modo, únicamente consigues hacer que los celos, la ansiedad, la inseguridad, el miedo a perderlo, etc. vayan en aumento y te esté provocando un problema añadido al dolor que puedas sentir por el fin de la relación. Al mismo tiempo, no te estás permitiendo trabajar internamente para aceptar esta nueva etapa.
Para controlar ese impulso, comienza, de entrada, por no mirar inmediatamente el móvil en el instante en que te aparece el deseo imperioso de hacerlo o la “necesidad” de saber si está conectado: demora aunque sea unos minutos para empezar a sentir que vas tomando cierto control (a veces, puede ayudar dejarte el móvil en casa o apagarlo, siempre y cuando no te dispare mucha ansiedad). Por otra parte, es fundamental que reconduzcas tu atención a las actividades que estés desarrollando a lo largo del día y te refuerces por ello: posiciónate frente al teléfono, ya que se trata de un medio para favorecer la comunicación y has de ser tú quien dirija tu vida, no al revés. Por supuesto, es importante que te dejes espacio para desahogarte y reconocer tus emociones, de modo que las vayas aceptando como parte de un proceso, sin perder de vista que el objetivo es que te sientas bien.
Es clave reconducir tu modo de enfrentarte a la ruptura, pero piensa si es una decisión definitiva o hay cosas que se pueden arreglar entre vosotros desde el diálogo. Si es así, evita agarrarte demasiado a tu promesa de no volver a llamarle y aclara la situación pensando en soluciones viables.
Si quieres contactarnos,  puedes escribir a consulta@enpositivopsicologos.com . Las indicaciones que encontrarás en esta sección son orientativas y  en ningún caso sustituyen la intervención terapéutica.
Mariola Aguilar Agudo. Psicóloga AO-2651.  www.enpositivopsicologos.com