En la vida laboral vamos a pasar por momentos complicados y en algunas ocasiones vamos a tener que decidir entre lo correcto y lo fácil.
. Cuando empezamos a trabajar lo que más queremos es acender, llegar a puestos importantes con un buen sueldo, ser reconocidas, respetadas y lograr nuestras metas profesionales.
Cuando recién nos iniciamos nos planteamos
metas, sabemos bien lo que queremos llegar a ser, cómo lo queremos
conseguir y lo más importante, pensamos en no traicionar nuestra ética.
A veces ese camino
para acender se hace muy largo, con muchos obstáculos y problemas que
nos hacen pensar que nunca llegaremos a conseguir el éxito que queremos.
Y en este viaje a la cima llega un momento en que optamos por lo
“fácil”, que no siempre es lo correcto.
¿Qué es lo que NUNCA debes hacer para conseguir un buen puesto, un aumento de sueldo o un reconocimiento?
Venderte. No nos referimos a tu cuerpo, hablamos de vender
tus ideales, de olvidarte de tu ética profesional, de eliminar de tu
cerebro aquello que sabes que es correcto e irte por el camino de las
trampas y mentiras. Vender, digamos tu alma, es lo peor que puedes hacer
porque sí, tal vez consigas un mejor puesto, pero haciendo cosas que
sabes que están mal y dañan a otras personas. Nunca podrás dormir
tranquila porque en el fondo sabes que el dinero que puedas conseguir es
a costa de lo más importante para ti, su salud mental.
Olvidar a tus amigos o gente que te ayudó. Cuando recién iniciamos un trabajo
y somos nuevas en algún sitio nos encontramos con muchos tipos de
personas, algunas nos harán la vida imposible y otras nos ayudarán en
todo sin preguntar. Esas personas que siempre te dieron la mano cuando
estabas abajo son las que siempre debes recordar, porque cuando estés
arriba tendrás la oportunidad de devolver el bien que te hicieron.
Pisotear gente. El camino
hacia la cima es largo y lo sabemos, pero nunca, por más complicado que
sea debes pasar por encima de los demás. Puede ser que consigas un mejor
puesto cuando llegues arriba, pero recuerda que todo lo que sube baja y
en el camino de regreso te los puedes encontrar.
Sexo. Acostarte con tu jefe
para obtener un aumento de suelto o un ascenso no es algo que vaya
ayudar a tu carrera. Sí, tal vez te prometa que vas a ganar el triple,
pero no siempre esas “promesas” se cumplen y la que queda mal eres tú.
Olvidar tus metas profesionales.
Siempre pregúntate si el lugar donde estás ahora te llevará al sitio
donde quieres estar. Muchas veces empezamos en un trabajo por necesidad y
no porque sea lo que realmente queremos para nosotras. Lo tomamos como
algo temporal, pero a medida que vamos escalando posiciones y la paga es
mejor nos olvidamos que eso no es realmente de lo que queremos vivir.
Nunca pierdas de vista tus metas, porque aquella persona que trabaja en
lo que le gusta es la más feliz.
Redacción InPerfectas