Hace unos años se extendió la leyenda urbana de que a Ana Obregón, actriz española, le había estallado uno de sus pechos de silicona durante un viaje en avión.
En cada país se le ha atribuido a una u otra mujer famosa, por ejemplo, en el diario de México, El Siglo de Torreón
“La polémica modelo argentina Sabrina Sabrok se encuentra en el peligro de quedar sin sus senos, luego de que uno de sus implantes le estallara en pleno vuelo a la Ciudad de México.“
Pero no solo en la prensa, también en la televisión dan la noticia como cierta:
¡Esto sería alarmante!… Si fuera cierto.
¡Pero no lo es!… en muchas ocasiones, los medios de comunicación no se molestan en certificar que las noticias son ciertas en ese afan de ser los primeros en darla, logicamente después quedan en ridiculo, no es la primera vez que ocurre.
Con esta presión, es cierto que algunos objetos que tienen aire en su interior se “abomban” un poco, pero no llegan a estallar.
Si quereis más información sobre esto visitad El Tamiz.
Como no podía ser de otro modo La Revista de Cirugía Estética , también aclara esta falsa historia.
Seguramente os preguntaréis como puede surgir una historia como esta.
A veces que cuesta trabajo saber el origen y solo se puede presumir de este cuando la gente te escribe dandote una idea de cuando la escuchó por primera vez, en que lugar fue, etc… pero nunca se podrá asegurar.
Esta en cambio es muy antigua, y proviene de Estados Unidos, en donde en los años 1960, se puso de modo unos sujetadores cuyo relleno se inflaba para que fuera la mujer la que decidiera el volumen que considerara idóneo para su busto.
En aquellos años también surgieron diferentes historias de explosiones “pectorales” en los aviones.
También, y en referencia a esos sujetadores inflables, que más de uno había estallado, cuando su pareja había intentado colocarle algún adorno punzante en la ropa.
Portaros bien… y tened cuidado, por cierto, si tenéis alguna leyenda urbana, por favor hacedmela llegar…