Ahí están, contentas con su ministro. Aplaudiendo porque al fin haya habido alguien que se ha atrevido a Ahí están, contentas con su ministro. Aplaudiendo porque al fin haya habido alguien que se ha atrevido a meter en vereda a esta pandilla de putillas que solo piensan en follar con el primero que les viene en gana. Ya es hora de que alguien se haga cargo de ellas porque no hacen caso ni a dios.
De pie, con sus melenas rubias, como en un tendido taurino, jaleando al maestro que, a modo de muleta, lleva bajo el brazo la ley ideológicamente más infame que ha aprobado un gobierno desde el franquismo. Es brutal que esta vaya a ser una de las pocas promesas que el PP va a cumplir de su programa electoral.
Es difícil entender dónde se ha críado buena parte de los dirigentes de este partido, de dónde han salido. Pero es mucho más difícil explicar de dónde vienen ellas, dónde se han educado, cómo no tienen un mínimo de empatía con las personas de su mismo género, quién les ha metido tanto odio en sus entrañas...
Sería comprensible este rechazo innato que estas mujer sienten hacia las 'locas' que se atreven a enfrentarse al sistema vigente. Pero al menos podrían mostrar un pellizco de sensibilidad con las mujeres que van a tener que abortar sobre la mesa de la cocina de su casa jugándose la vida porque no pueden pagar un viaje a Londres.
Hoy es quizá uno de los días más tristes de esta jodida democracia. El Partido Popular ha mostrado toda la misoginia y todo el machismo rastrero que lleva dentro. Con esta ley quieren que el cuerpo de la mujer vuelva a ser propiedad del Estado. Hoy los rosarios vuelven a colarse en los ovarios de las mujeres conducidos por la mano de un malnacido. Y ellas, aplaudiendo tan contentas. Será que Gallardón las pone.