Puede que en este momento él sea tu hombre ideal, pero tal vez sea hora de verlo de manera más objetiva y descubrir si en realidad te conviene.
. A todas nos gusta idealizar a nuestra pareja.
No le vemos un solo defecto y nos obligamos a creer que somos
totalmente compatibles, pero no siempre es así. Lo peor de todo es que,
cuando nos damos cuenta, ya es demasiado tarde y las cosas terminan en
pleitos y discusiones.
¿Sabes cuál es una de las habilidades más valiosas en el amor? Reconocer cuando algo está mal y tener la fortaleza
de seguir tu camino. Siendo totalmente realistas, el amor no es lo
único que una pareja necesita para asegurar que funcionará y que durará
por siempre.
Hay veces en las que, por más que lo ames, lo mejor es terminar las cosas. Dos personas pueden amarse a más no poder, pero tal vez no estén destinadas a estar juntos.
Si estás buscando tener una buena relación duradera, tienes que aprender a reconocer las señales de que es momento de buscar por otro lado.
No confías en él. Sin confianza, una relación no tiene sentido. En una buena relación debes sentirte cómoda,
segura y tranquila. No deberías tener que vivir a la expectativa de
problemas. Si no crees lo que te dice o siempre te preguntas los motivos
de sus actos, tienes mucho que pensar. No puedes pasar toda tu vida
preocupada. ¡Qué horror! Lo peor es que los problemas de confianza se
mantienen por bastante tiempo (a menudo, para siempre) a pesar de que
hayan platicado y “solucionado” el pleito inicial. Si no logras confiar
en él, tienes que hacerle caso a tus instintos. Tal vez tú misma estás
intentando protegerte del peligro, así que escucha tu voz interior.
No tienen una conexión. A
veces nos dejamos llevar por el lado carnal de una relación. Obviamente
el sexo y la pasión son elementos muy importantes de tu vida de pareja,
pero para que tu relación dure por siempre, necesitas de mucho más.
Tienen que estar conectados íntimamente. Tienes que conocerlo, saber
quién es y qué quiere de la vida, conocer sus sueños, miedos y más allá.
No pueden existir barreras entre ustedes. Este es uno de los errores
que es más sencillo solucionar y sólo necesitas esforzarte un poco por
lograr esa conexión. Si él no está interesado en hacerlo, tal vez sea
momento de decirle adiós.
Saca lo peor de ti. Una
relación debe hacerte querer convertirte en la mejor persona que puedas
ser. No por él, sino porque eres tan feliz, que quieres volverte una
mejor versión de ti misma. Desafortunadamente, hay muchas relaciones en
las que la otra persona saca nuestro peor lado. Es muy difícil
reconocerlo, pero pasa muy seguido. ¿Te gusta la persona que eres cuando
estás con él? ¿Imaginas positivamente a la persona que serás después de
estar juntos un rato? Esto no significa que él sea malo; simplemente es
malo para ti. Reconocer esto podría ahorrarte muchos dolores de cabeza.
No siguen el mismo camino.
Si quieres compartir tu vida con él, sus valores y metas deben estar
alineados y permanecer así con el paso del tiempo. Aquí es donde entra
en juego la compatibilidad. Tal vez tu chico y tú sean súper diferentes,
pero si logran alinear sus intereses, metas y sueños, podrán caminar
juntos durante toda la vida. A veces no nos damos cuenta de que hemos
dejado de caminar con él, pero tienes que recordar que por más que
físicamente estés a su lado, siempre existe la posibilidad de que sus
mentes estén viajando en direcciones opuestas.
No hay respeto. No siempre
tomamos en cuenta el respeto como un ingrediente para una buena
relación, pero es algo esencial. Si quieres tener una buena relación que
resista la prueba del tiempo, debes respetarlo y él a ti. Tiene que
respetarte como persona, respetar tus creencias, aspiraciones y sueños,
pero sobre todo, tus límites. Tienen que estar seguros de conocer los
límites de la otra persona y estar de acuerdo con ellos en todos los
aspectos. Si logran hacerlo, su relación podría convertirse en algo que
dure toda la vida