El mono verde (Chlorocebus aethiops). (Imagen ilustrativa-Archivo)
Dos ejemplares, de los llamados "simios
verdes", fugaron en 1992 del zoológico cubano de La Habana. Los primates
se reproducieron a gran escala y calculan que son más de 30. Los
animales acechan a los agricultores de la zona.
Dos monos verdes que en 1992 escaparon de su jaula
en el Zoológico Nacional de La Habana, crearon una familia que por
estos días perturba a varios agricultores de la zona donde se
refugiaron, provocando cuantiosas pérdidas en sus cultivos.
Un descuido del cuidador de los monos permitió la huida de los primates que se instalaron en los terrenos del Instituto de Ecología y Sistemática. Así lo explicó el director de Desarrollo del Zoológico Nacional de la isla, el biólogo Santos Cubillas.
"Las personas que los ven, los vecinos, hablan de hasta 50. Nosotros creemos que la cifra puede estar entre 15, 20, quizá hasta 25. No más", aunque estimó que los cálculos sobre cuántos integran la manada nunca serán totalmente exactos, refirió Cubillas al periódico Juventud Rebelde.
Sin embargo, la directora del Instituto de Ecología y Sistemática, Mayra Fernández, señaló que sus trabajadores han contabilizado unos 30 o 32.
El mono verde (Chlorocebus aethiops) es una especie de primate que habita en el África subsahariana de pelaje gris o amarillo verdoso que puede medir entre 40 y 60 centímetros, sin contar la cola, de acuerdo con el investigador en mamíferos del Instituto de Ecología Y Sistemática, Carlos Mancina.
Cultivos de habichuelas, maíz, plátanos, tomates, mangos y guayabas han sido el principal blanco del apetito de los monos que rondan las tierras de campesinos de la zona, como Jorge Luis Herrera, quien ha denunciado la acción depredadora de los animales a sus cosechas en repetidas ocasiones.
Otro campesino de la zona, René Cisneros, indicó que en tiempo de cosecha es cuando más "alborotados" se muestran los monos.
"Los he visto comiendo guayabas, saliendo en manada, corriendo. Hasta 17 he contado, con mazorcas en las manos. También hemos visto racimos de plátanos completos en los que se han comido la parte de adentro y han dejado las cáscaras colgando en la mata", comentó.
Los especialistas del Zoo Nacional explicaron que han puesto en marcha una estrategia con unas jaulas para capturar a los monos.
Con el método aplicado dijeron que habían podido apresar tres ejemplares: dos hembras y un macho, que al parecer era el jefe del grupo, el dominante.
"No pensamos que la tarea sea fácil, este proceso puede durar algún tiempo. En primera instancia debe capturarse la mayoría del grupo. Algunos individuos rechazados podrían quedar en la periferia, por lo que pueden ser más difíciles de atrapar", explicó uno de los especialistas, al diario Juventud Rebelde.
Un descuido del cuidador de los monos permitió la huida de los primates que se instalaron en los terrenos del Instituto de Ecología y Sistemática. Así lo explicó el director de Desarrollo del Zoológico Nacional de la isla, el biólogo Santos Cubillas.
"Las personas que los ven, los vecinos, hablan de hasta 50. Nosotros creemos que la cifra puede estar entre 15, 20, quizá hasta 25. No más", aunque estimó que los cálculos sobre cuántos integran la manada nunca serán totalmente exactos, refirió Cubillas al periódico Juventud Rebelde.
Sin embargo, la directora del Instituto de Ecología y Sistemática, Mayra Fernández, señaló que sus trabajadores han contabilizado unos 30 o 32.
El mono verde (Chlorocebus aethiops) es una especie de primate que habita en el África subsahariana de pelaje gris o amarillo verdoso que puede medir entre 40 y 60 centímetros, sin contar la cola, de acuerdo con el investigador en mamíferos del Instituto de Ecología Y Sistemática, Carlos Mancina.
Cultivos de habichuelas, maíz, plátanos, tomates, mangos y guayabas han sido el principal blanco del apetito de los monos que rondan las tierras de campesinos de la zona, como Jorge Luis Herrera, quien ha denunciado la acción depredadora de los animales a sus cosechas en repetidas ocasiones.
Otro campesino de la zona, René Cisneros, indicó que en tiempo de cosecha es cuando más "alborotados" se muestran los monos.
"Los he visto comiendo guayabas, saliendo en manada, corriendo. Hasta 17 he contado, con mazorcas en las manos. También hemos visto racimos de plátanos completos en los que se han comido la parte de adentro y han dejado las cáscaras colgando en la mata", comentó.
Los especialistas del Zoo Nacional explicaron que han puesto en marcha una estrategia con unas jaulas para capturar a los monos.
Con el método aplicado dijeron que habían podido apresar tres ejemplares: dos hembras y un macho, que al parecer era el jefe del grupo, el dominante.
"No pensamos que la tarea sea fácil, este proceso puede durar algún tiempo. En primera instancia debe capturarse la mayoría del grupo. Algunos individuos rechazados podrían quedar en la periferia, por lo que pueden ser más difíciles de atrapar", explicó uno de los especialistas, al diario Juventud Rebelde.