CASTILLO DE ALMODOVAR
Conoce
los orígenes y la historia de una de las más maravillosas fortalezas de
España de origen árabe edificada en torno al año 740.
El
pueblo de Almodóvar del Río, situado en la provincia de Córdoba, tuvo
una gran importancia en la defensa de dicha ciudad por su situación
estratégica ya que está situado en una colina de unos 252 metros junto
al río Guadalquivir, el cual era navegable en aquella época por pequeñas
embarcaciones. Huellas de múltiples culturas, entre ellas la musulmana y
la cristiana, han ido marcando el estilo arquitectónico de esta
incomparable edificación. En el siglo IX, Almodóvar del Río se conoce
como Almudawar Al-Adna. Durante el siglo X estuvo totalmente vinculado
al Califato de Córdoba, pasando a pertenecer en los siglos XI y XII a la
Taifa de Carmona, posteriormente a la Taifa de Sevilla, y por último
al imperio Almohade.
El
Rey Moro Abed Mohammed de Baeza muere a las puertas del Castillo en el
año 1226, año en el que la fortaleza cae en manos cristianas al ser
entregada a Fernando III “El Santo”. Desde entonces el castillo será
sometido a sucesivas ampliaciones por los Reyes castellanos D. Pedro I
de Castilla y Enrique II de Trastamara. Tanto Alfonso XI el Justiciero,
como Pedro I el Cruel, también intervienen en dichas ampliaciones.
El castillo de Almodóvar ha sido testigo de muchos acontecimientos a lo largo de su historia.
Sus
muros han servido de prisión a Doña Juana de Lara (esposa del infante
D. Tello, hermanastro del Rey Pedro I), de custodia de los tesoros de
Castilla, y sus mazmorras han sido testigo de la agonía de prisioneros
ilustres como el I Duque de Benavente.
XII CONDE DE TORRALVA
D. RAFAEL DESMAISSIERES Y FARINA, PROPIETARIO Y RESTAURADOR DEL CASTILLO DE ALMODÓVAR
D.
Rafael Desmaissières y Farina, hijo de los VIII Marqueses de la
Motilla, D. Miguel Ángel Desmaissières y Fernández de Santillán y Dña.
Josefa Farina Plasencia, nació en 1853 y heredó el Condado de Torralva a
los 29 años de edad, convirtiéndose en el XII conde en ostentar el
título.
Su
curiosidad e inquietud le llevó a efectuar en aquella época un viaje
alrededor del mundo conociendo destinos como la Ciudad de Nueva York, o
países como Japón, de los cuales, hacía innumerables anotaciones en sus
cuadernos de viaje, así como también tomaba fotografías de todos sus
rincones
Adquiriría
también artefactos completamente novedosos de la época, como un
velocípedo, y todos aquellos inventos que despertaban su constante
interés.
De inquietudes variadas, llegó a organizar el primer club de remo en el Río Guadalquivir, que alternaba con el teatro.
A
finales de siglo XIX, el Conde de Torralva efectúa las primeras visitas
a la fortaleza de Almodóvar junto con su buen amigo y prestigioso
arquitecto D. Adolfo Fernández Casanova. Impresionados por el deterioro y
estado de ruina que presenta esta maravillosa fortaleza, y siendo
conscientes de la importancia que representaba el hecho de ser parte de
la historia de Andalucía y España, deciden acometer el mayor proyecto de
sus vidas, al cual dedicarían todo su tiempo y dinero para volverla a
convertir en el impactante monumento que hoy en día corona la atalaya
del municipio de Almodóvar del Río.
Las
obras dan comienzo en 1.901. Las primeras actuaciones se basaron en la
construcción de un camino utilizando barrena y dinamita, ya que el
Castillo no contaba con acceso alguno. Es el primer paso para empezar a
trasladar los enormes bloques de piedra que servirían para restaurar
murallas, almenas y torres. Cerca de 6.000m3 de diferentes canteras
fueron utilizados durante toda la restauración. Así comienza la obra que
duraría hasta el estallido de la Guerra Civil en España. Unos 800
operarios trabajaron para volver a levantar este monumento durante 36
años. A pesar de la crisis económica que vivía el país, la primera
Guerra Mundial y los continuos cambios políticos, el Conde de Torralva
aportó durante el período de la reconstrucción muchos años de
estabilidad económica al pueblo de Almodóvar a través de los casi
240.000 jornales que se invirtieron en las obras. Durante más de un
cuarto de siglo casi todo el pueblo de almodóvar participó en las tareas
de reconstrucción y de recuperación del patrimonio y la historia de la
provincia.
Desgraciadamente,
ni el arquitecto del proyecto D. Adolfo Fernández Casanova, ni el mismo
Conde de Torralva, verían acabado su proyecto, ya que murieron en 1914 y
1932 respectivamente. Poco podría imaginar el Conde de Torralva la
trascendencia de su obra, y que su resultado sería destino de numerosos
visitantes venidos de España y del mundo entero, dando otra vez al
pueblo de Almodóvar el protagonismo que ha trascendido hasta nuestros
días.
D.ADOLFO FERNÁNDEZ CASANOVA
ARQUITECTO DE LA RECONSTRUCCIÓN DEL CASTILLO DE ALMODÓVAR
D.
Adolfo Fernández Casanova, arquitecto de la reconstrucción del Castillo
de Almodóvar nace en Pamplona el 14 de enero de 1844 y fallece el 11 de
agosto de 1915
Entre sus principales obras arquitectónicas estuvo la restauración de la Catedral de Sevilla,
El
trabajo y la experiencia técnica del arquitecto fue pieza clave junto
con el Conde de Torralva en la restauración del Castillo de Almodóvar.
Sin sus conocimientos, no se hubiera sido posible llevar a cabo la recuperación de esta imponente obra de arquitectura militar.
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