Todo comenzó cuando hace una semana acudió a su revisión física del trabajo, no recordaba que tenía cita y el día anterior había consumido sustancias estupefacientes “a ver, me había fumado unos porrillos con los amigos y no quería arriesgarme a que fuesen detectados en mi orina, así que decidí trucar mi entrega y rellené el tubo con cerveza, es lo más parecido que se me ocurrió en ese momento”.
Con lo que no contaba seguro es con que al analizar esa orina los resultados serían tan preocupantes como para hospitalizarlo de urgencia “nunca habíamos visto unos valores tan altos de alcohol, nos preocupamos tanto que mandamos inmediatamente un helicóptero de primeros auxilios a su casa”. El hombre se quedó sorprendido cuando llamaron a su casa para ingresarlo inmediatamente “me costó bastante explicarme, al final me he ganado el despido y una denuncia del hospital, no me fumo un puto porro más en mi vida”.
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