HOTEL Series.
Ángel García Roldán.
La distancia entre mirar y contemplar reside en que en lo primero se perciben las cosas que están fuera de nosotros, en lo segundo, se absorbe la realidad de tal manera que el tiempo se para y la imagen sobre la que nos abstraemos sublima lo presente. La fotografía sabe de esto y con ‘Hotel series’ propongo observar cada uno de los instantes sublimados, como el viajero frente a un mar de nubes, “Der Wanderer über dem Nebelmeer” (1817), de Caspar David Friederich. Aunque en este caso el paisaje sea distinto.
A primera vista y como si se tratase de una de las pinturas de Friedrich, las fotografías de ‘Hotel series’ pueden parecer una colección de desnudos bañados por un ambiente romántico. Pero quien se aproxime un poco más, verá en ellas un discurso más interesado por la ficción de lo cotidiano y el coleccionismo de lo íntimo, que un deseo melancólico por reconstruir lo bello: un limite, no obstante, que deberá de superar el espectador si quiere ver más allá del horizonte de su mirada.
Ángel García Roldán.
La distancia entre mirar y contemplar reside en que en lo primero se perciben las cosas que están fuera de nosotros, en lo segundo, se absorbe la realidad de tal manera que el tiempo se para y la imagen sobre la que nos abstraemos sublima lo presente. La fotografía sabe de esto y con ‘Hotel series’ propongo observar cada uno de los instantes sublimados, como el viajero frente a un mar de nubes, “Der Wanderer über dem Nebelmeer” (1817), de Caspar David Friederich. Aunque en este caso el paisaje sea distinto.
A primera vista y como si se tratase de una de las pinturas de Friedrich, las fotografías de ‘Hotel series’ pueden parecer una colección de desnudos bañados por un ambiente romántico. Pero quien se aproxime un poco más, verá en ellas un discurso más interesado por la ficción de lo cotidiano y el coleccionismo de lo íntimo, que un deseo melancólico por reconstruir lo bello: un limite, no obstante, que deberá de superar el espectador si quiere ver más allá del horizonte de su mirada.
El desnudo parece
estar siempre ligado a su cuestión erótica, en un mundo donde las
imágenes son creadas para atraer las miradas sobre los objetos y los
artefactos del consumo. Pero mi punto de partida es otro, quizás más
sutil y menos pasional. Las fotografías de ‘Hotel series’ surgen de la
búsqueda de un desnudo simbólico que escape a la facilidad de su
erótica, o mejor aun una erótica que nos anteponga a una suerte de
pensamiento sobre otras cuestiones ligadas con los contextos y sus
narrativas. Me interesa el desnudo por su capacidad natural de contar
historias, el desnudo como el paisaje de un pasaje vital, que
posiblemente nos adentre en cuestiones más profundas sobre lo mítico, lo
humano y sus trasuntos; quizás una iconografía de la soledad que se
construye y deconstruye en el mismo momento de compartir y compartirse.
Mis imágenes muestran precisamente eso: soledades y de ahí los lugares
de paso, el suelo y mis pies en estos asuntos.
Qué puede resulta más enigmático: ¿el desnudo de un cuerpo anónimo en una habitación desconocida?, ¿o esos escenarios que nos hacen caer en la cuenta de que alguna vez también somos viajeros?. Cuando empecé el proyecto siempre tuve en cuenta este aspecto: ese nivel contractual gracias al cual uno habita con brevedad esos lugares impersonales que están continuamente habitándose en un incesante ir y venir de intereses y destinos. Siempre me pareció más importante todo lo que podría haber ocurrido en esos espacios que lo que yo pudiera estar elucubrando en esos momentos de contemplación.
Hotel series, recoge una parte de un proyecto más amplio, que en esta ocasión se adapta al espacio de ‘El Estudio de Ignacio del Rio’ reuniendo una treintena de fotografías que plantean precisamente eso: La distancia entre la mirada y la contemplación; la imagen del cuerpo y la retórica de quien lo observa.
Qué puede resulta más enigmático: ¿el desnudo de un cuerpo anónimo en una habitación desconocida?, ¿o esos escenarios que nos hacen caer en la cuenta de que alguna vez también somos viajeros?. Cuando empecé el proyecto siempre tuve en cuenta este aspecto: ese nivel contractual gracias al cual uno habita con brevedad esos lugares impersonales que están continuamente habitándose en un incesante ir y venir de intereses y destinos. Siempre me pareció más importante todo lo que podría haber ocurrido en esos espacios que lo que yo pudiera estar elucubrando en esos momentos de contemplación.
Hotel series, recoge una parte de un proyecto más amplio, que en esta ocasión se adapta al espacio de ‘El Estudio de Ignacio del Rio’ reuniendo una treintena de fotografías que plantean precisamente eso: La distancia entre la mirada y la contemplación; la imagen del cuerpo y la retórica de quien lo observa.