Alberto Ruiz Gallardón ha tardado 48 horas para encontrar su puerta giratoria y hallar un hueco donde le den un sueldo con el que llegar a fin de mes. El exministro del aborto se sienta desde el jueves en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid en calidad de consejero permanente, junto al expresidente socialista Joaquín Leguina. Su trabajo será aguantar una reunión a la semana y se llevará unos 8.500 euros brutos mensuales.
El organismo depende de la Comunidad Autónoma y está presidido por Ignacio Astarloa, exdiputado del PP y secretario de Estado de Seguridad con Aznar durante los atentados del 11M. Tras 30 años viviendo de la política, el fiscal Gallardón parece tener pocas ganas de ponerse la toga y volver a solventar causas judiciales, con lo desagradables que son algunas.
Como expresidente de la Comunidad de Madrid entre 1995 y 2003, Gallardón seguirá teniendo ahora coche oficial y otras prebendas, y en 2002 razonaba estos privilegios con unos argumentos basados en la fe: "Es razonable que los expresidentes de la Comunidad cuenten con coche, conductor y secretaria a cargo de los presupuestos autonómicos", dijo sencillamente.
Su colega de partido, la expresidenta Esperanza Aguirre, renunció en su día a este puesto cuando se reincorporó como funcionaria al Ministerio de Industria, desde donde dio el salto, después, a la empresa de cazatalentos catalana Seelinger y Conde, sin relación alguna con su actividad política.