Cordobeses se concentran en el Bulevar de Gran Capitán para pedir el referéndum | MADERO CUBERO
El bulevar del Gran Capitán se llena en una concentración repetida en plazas y calles de toda España y convocada por redes sociales tras la abdicación del Rey
Más de un millar de personas se concentran en el bulevar del Gran Capitán de Córdoba para pedir que se haga un referéndum sobre la elección entre un modelo de estado monárquico o republicano. Entre los asistentes se encontraba Elena Cortés, consejera de Vivienda (IU) y José Manuel Mariscal, senador de la coalición de izquierdas. Pero también había miembros del PSOE, como la concejal en el Ayuntamiento de Córdoba Carmen González Escalante.La consejera Cortés ha señalado que “vivimos tiempos de radicalidad democrática y de darle la voz al pueblo”. Por su parte, Mariscal ha afirmado que “yo no pude votar la Constitución, no me gusta este sistema que favorece el bipartidismo y que se mantengan las oligarquías. Lo que se está pidiendo en este país es una democracia real, lo mismo que se pidió en el 15M y el 22M, dos movimientos que nos han enseñado que debemos olvidarnos de la palabra ‘imposible”.
La concentración ha ido ganando en número e intensidad, desarrollándose con toda normalidad y sin apenas presencia policial. Entre los asistentes había miembros de sindicatos y organizaciones sociales como Rey Heredia o Stop Desahucios. La delegada de Vivienda, Mari Santos Córdoba, también se encontraba en la concentración respaldando la petición de un referéndum.
“España, mañana, será republicana”, se ha repetido insistentemente, junto a eslóganes que pedían la marcha de los Borbones, familia que ejerce la jefatura del Estado en la figura del Rey desde la restauración monárquica de 1975. El corte generacional de la concentración también ha sido heterogéneo. Muchos jóvenes pero también de mediana edad y personas mayores han conformado las filas. En la calle, muchas banderas republicanas con el escudo histórico o con la estrella roja popular y también banderas anarquistas rojas y negras. Pero, sobre todo, mucho ciudadano sin más emblema que su mera presencia para pedir el derecho a decidir.
