El Instituto Belga para la Seguridad Vial
(ISBR) lanzó una campaña que busca crear conciencia contra la velocidad
al volante de una forma muy dura: haciendo asistir a las personas a su
propio funeral.
La reacción de la mayoría de ellos, al escuchar las palabras de despedidas de sus familiares y amigos, es de impacto.