Durante la etapa escolar nos suelen pasar muchas cosas que preferimos olvidar, algunas por descuido nuestro y otras por la “gracia” de nuestros compañeros.
La etapa escolar es una de las mejores de nuestra vida eso es
innegable, pero a veces estos días se pueden volver una verdadera
tortura cuando tu torpeza te juega malas pasadas o esos compañeritos
“chistosos” hacen de tus horas en el colegio un infierno con cuadernos.
Que te pegue el chicle en el pelo.
Siempre hay un chistoso que cree que es divertido andar pegando chicles
en el cabello de todo el mundo, es gracioso hasta que te lo hacen a ti.
Suele pasar en primaria, pero muchas veces también en secundaria porque
para algunos de tus amigos la palabra “madurar” es algo que no existe
en su vocabulario.
Llegar tarde y pasar por todo el salón.
A veces el sueño te gana o tu movilidad se atora en el tráfico, el
punto es que llegas tarde al colegio y además de presentarte con el jefe
de normas para que te “apunte” la tardanza debes pasar por todo el
salón cuando las clases ya empezaron.
Orinarte. Esto suele pasar
el primaria, pero algunas veces también en secundaria. A veces por
reírte demasiado se te salen algunas “gotitas” que no puedes disimular
porque se pasan a tu falda o a veces no te aguantas las 3 horas de
clases antes del recreo. El punto es que “se te sale”, es lo peor porque
debes hacer malabares para que nadie se de cuenta, con suerte tus
amigas te ayudarán a que nadie note tu incidente, claro que luego de
reírse un poco de la situación.
Que te venga la regla y no estar lista.
Si eres de esas mujeres que son las personas más irregulares del
planeta esta situación te va identificar. Te tenía que venir un 8 y
llega un 15. ¡¿POR QUÉ?! Obviamente no estás
preparada porque son muchos días de diferencia y en tu colegio no hay
toallas higiénicas. Lo único que te queda por hacer es taparte con la
chompa y buscar ayuda en una profesora o amiga que te pueda prestar una
toalla. Claro está que la mancha no te la quita nadie.
Caerte. Oh la torpeza,
caernos no es malo para nada, el problema es cuando lo hacemos en medio
del recreo con miles de persona viéndonos o en el salón con todos
nuestros compañeros riéndose de nosotras. Al menos bueno sería que sea
un pequeño tropezón, pero no, por lo general es la cosa mas estrepitosa
del mundo (con levantada de falda incluida).
Que te saquen a exponer frente a todos y no saber nada.
Siempre hay un día que a la profesora no se le ocurre mejor idea de
tortura que escoger al azar a un incaut@ para sus preguntas sorpresa. Tu
rezas a todos los santos para no ser tú, pero la maestra grita tu
nombre en medio de todo el salón y pide que salgas al frente a decirle a
qué hora se acabó la Segunda Guerra Mundial. ¡¿QUÉ?! Obviamente como no
se te ocurrió repasar un día antes no sabes nada y regresas a tu sitio
con un cero del tamaño de tu cabeza.
Decirle mamá a la profesora. Esto también suele pasar el primaria, pero muchas veces se nos escapa ese “MAMÁ”
en vez de Miss o profesora, es vergonzoso porque en realidad ni
siquiera estábamos pensando en nuestra madre, esa palabra solo salió de
nuestra boca sin que pudiéramos detenerla. Obviamente todos se ríen y no
puedes culparlos porque tu también lo hubieras hecho.
Que te de “decomisen” una carta a tu amiga y la lean.
Como la clase estaba tan aburrida decidiste que sería una buena idea
escribirle una carta a tu amiga con los últimos detalles de tu cita de
anoche, o de lo que te molesta de tus papás o simplemente decirle que
estás al borde de la muerte de tanto aburrimiento. Estás tan concentrada
en tu misiva que no te das cuenta que el profesor está detrás tuyo, te
quita la carta y lo siguiente que hace es decir en voz alta “¿Así que mi
clase es aburrida? Parece que la señorita María tiene algo entretenido
que contarnos..” y ahí va leyendo todo lo que pusiste. Lo siguiente que
harás será escapar a Marte, dicen que es un buen lugar en estos días.
Estas son sólo algunas cosas “rochosas” que
pueden pasarnos en el colegio. Sí, te dan ganas de irte del país y no
regresar al día siguiente, pero recuerda que siempre es un nuevo día, lo
que pasó ayer queda como anécdota.
Sí, se van a reír un poco de ti, pero lo
único que debes hacer es aprender a reírte de ti misma. Además tu
también sueles divertirte ante situaciones bochornosas que le pasan a
alguien más. Es parte de la vida.
Redacción InPerfectas