Una joven de 22 años fue sentenciada a pasar
30 en la cárcel al ser hallada culpable del asesinato de su esposo,
cuando disfrutaban de un viaje 7 días después de haberse casado. El
suceso causó gran conmoción en Estados Unidos, por las aristas y la
actitud de la homicida, que intentó ocultar el crimen durante un tiempo.
Jordan Linn Graham, una joven estadounidense de 22 años, fue condenada a 30 años de cárcel por acabar con la vida de su marido, Cody Johnson –de 25-, durante su luna de miel, según informó la versión digital del diario Daily News.
El trágico suceso ocurrió mientras la pareja celebraba su luna de miel en el Glacier National Park (ubicado en Montana, EE.UU.) el pasado julio.
Corría el día 7 cuando, tras una fuerte discusión, Jordan empujó a su marido por un acantilado de más de 60 metros de altura acabando con su vida. La mujer trató entonces de ocultar su crimen argumentando que Cody había desaparecido, sin embargo, su versión se derrumbó cuando encontraron el cuerpo del joven cuatro días después.
Fue entonces cuando comenzó un auténtico calvario para Jordan, la cual cambió varias veces su versión de los hechos ante la justicia hasta que, finalmente, optó por admitir el crimen.
Meses después, la mujer recibió la notificación del juez y las noticias de que podía ser encerrada de por vida, lo que la llevó a buscar una salida pactada con la fiscalía. Finalmente, ambas partes llegaron al acuerdo de que la viuda se declararía culpable de asesinato en segundo grado a cambio de ser encerrada únicamente 30 años.
Con todo, el suceso llegó a conmocionar al juez encargado de dictar sentencia sobre la joven. "Parecía una persona normal, al menos en la superficie. Pero ¿cómo puede una persona normal matar a su marido tan sólo ocho días después del casamiento?", señaló el Juez del Distrito de EE.UU., Donald Molloy, al Daily News.
Jordan, por su parte, afirmó entre lágrimas que fue "un momento de verdadero shock y pánico" y que no tenía otra explicación para lo que había hecho.
El trágico suceso ocurrió mientras la pareja celebraba su luna de miel en el Glacier National Park (ubicado en Montana, EE.UU.) el pasado julio.
Corría el día 7 cuando, tras una fuerte discusión, Jordan empujó a su marido por un acantilado de más de 60 metros de altura acabando con su vida. La mujer trató entonces de ocultar su crimen argumentando que Cody había desaparecido, sin embargo, su versión se derrumbó cuando encontraron el cuerpo del joven cuatro días después.
Fue entonces cuando comenzó un auténtico calvario para Jordan, la cual cambió varias veces su versión de los hechos ante la justicia hasta que, finalmente, optó por admitir el crimen.
Meses después, la mujer recibió la notificación del juez y las noticias de que podía ser encerrada de por vida, lo que la llevó a buscar una salida pactada con la fiscalía. Finalmente, ambas partes llegaron al acuerdo de que la viuda se declararía culpable de asesinato en segundo grado a cambio de ser encerrada únicamente 30 años.
Con todo, el suceso llegó a conmocionar al juez encargado de dictar sentencia sobre la joven. "Parecía una persona normal, al menos en la superficie. Pero ¿cómo puede una persona normal matar a su marido tan sólo ocho días después del casamiento?", señaló el Juez del Distrito de EE.UU., Donald Molloy, al Daily News.
Jordan, por su parte, afirmó entre lágrimas que fue "un momento de verdadero shock y pánico" y que no tenía otra explicación para lo que había hecho.