Antiguos compañeros me dicen ¡ay López! si vieras la fábrica te morías de pena, pues ahora es tan sólo un recuerdo en ruinas. A mis años no me vale morir de pena y es por eso que hoy quisiera recordar los buenos momentos vividos con mis compañeros de la cooperativa algodonera, excelentes personas y profesionales. En la oficina recuerdo a Martín Vega, Alfonso Cámara o Paco Izquierdo, quien se nos fue cuando más disfrutaba de su faceta de abuelo. También los molineros: Antonio Mañas, Juan Cantero, José Molero, Francisco Valle. Los capataces Antonio Cobos, Pepe Valverde o Antonio Castell. Seguiré con mis colegas los desmotadores: Pepe Ríos con sus travesuras, Fernando Gutiérrez, José Calé y Juanito Jiménez Simón, del que me acuerdo todos los días. Y faltan muchos, igual de queridos e importantes. Necesario es recordar a nuestro estimado primer presidente Jacobo Navarro. Y un cariñoso saludo a los que quedamos por aquí, a ver si nos vemos tomando un café. Un abrazo para todos.
José María López Saro