lunes, 17 de febrero de 2014

Es inmensa la noche

 MIGUEL ANGEL Toledano 17/02/2014

El escritor norteamericano Ralph Waldo, al hablar del alma en busca de la verdadera belleza, dice: "En la auténtica mitología, el Amor es un niño inmortal, y la belleza le sirve de guía". Por supuesto se refiere a Eros y a Afrodita --Cupido y Venus--, al amor y la belleza en la mitología clásica. Y lord Tennyson, por citar un solo ejemplo de la literatura anglosajona, recreó los viajes del esforzado Ulises en un poema cuyo memorable final recuerda el ideal de los héroes griegos, que pasaría a ser el ideal del héroe de todas las épocas en nuestra cultura: "Luchar, buscar, hallar, fracasar y no rendirse". Vuelvo de nuevo a este asunto al comprobar que la mitología ha ejercido y sigue ejerciendo una muy notable fascinación entre los hombres de muy diversas épocas, hombres que recurrimos a sus modelos y leyendas para evocar las ideas fundamentales de nuestra civilización (¿civilización?) y no olvidarlas.
Y probablemente también porque los mitos clásicos siguen influyendo en nuestra vida cotidiana mucho más de lo que pensamos, aunque algunas veces no seamos conscientes de ello. Alguien cita a Baco, el dios del vino, al hacer un brindis, o se dice de alguien fuerte que es un Hércules, o de una hermosa joven que es una Ninfa o una Nereida- No son pocas tampoco las marcas comerciales, o científicas, que utilizan el nombre o la figura de un ser fabuloso de la mitología antigua: Hermes, Apolo, Atenea, Marte, Medusa, Berenice, Odisea, muchos más. ¿Cuál es en definitiva el sentido de los mitos y qué relación guardan, a través de tantos siglos, con nosotros, con el hombre contemporáneo? Es inmensa la noche. Era inmensa la noche y los hombres han tratado siempre de hacer frente a lo desconocido, a lo inexplicable, a los elementos de la naturaleza que no comprendemos y sufrimos. Y en los tiempos antiguos lo hicieron a través de una explicación mágica, legendaria y casi subconsciente de la realidad y de lo que está más allá de ella.
El mito fue un medio para explicar tanto los fenómenos naturales como las relaciones entre los hombres, con un lenguaje poético y sugerente que nace junto al sentimiento religioso y entronca con él. Más allá de la experiencia humana nacen los mitos. Y tratan de desvelar, desde los primeros tiempos del universo, los enigmas que desde siempre nos preocupan y sobrecogen. La Mitología que está en los cimientos de la cultura y civilización occidentales es, sin duda, la que se gestó en la Antigüedad grecorromana. Hay algunas otras mitologías --celta, nórdica o germánica-- que mantienen una cierta presencia en nuestra tradición, pero ninguna con la intensidad de la mitología clásica, una referencia necesaria para nuestra identidad, una base imprescindible para la reflexión y la creación artística y literaria. Eros y Afrodita. El Amor, ese niño a quien la Belleza le sirve de guía.
* Profesor de Literatura