| Escrito por e
Mazinger Z. Una de las series de dibujos animados más recordadas es sin duda la del robot gigante tripulado por un niño. A finales de los 70 se estrenó en televisión. ¿Quién no ha dicho alguna vez eso de Puños fuera?
Autos locos. Disparatada carrera, en principio de coches, aunque al final los tramposos participantes utilizaban todo tipo de vehículos para ganar, ya sea por tierra mar o aire. Una de las más divertidas que se han hecho.
Dartacan y los tres mosqueperros. Eran uno, dos y tres los famosos mosqueperros… ¿Quién no se acuerda de la canción? La famosa novela de Alejandro Dumas llevada a la tele y convertidos los mosqueteros en perros. Un disparate que fue todo un éxito.
David el Gnomo. Una de las series de dibujos animados más entrañables y emotivas nos llevaba al corazón de los bosques a conocer el día a día de unos seres diminutos, eso sí, eran 7 veces más fuertes que nosotros, y veloces…
Don Quijote. La inmortal novela de Cervantes se hizo muy popular entre los más pequeños con esta maravillosa serie. La canción del principio la compuso Juan Pardo y la cantó el dúo Botones ¿Os acordáis?
Erase una vez el hombre. La primera serie de Erase una vez. Luego vinieron la vida y el espacio. Las tres fueron la mejor clase de Historia que nos podían dar. Divertidas y muy didácticas.
Heidi. Era junto a Marco la serie que más torturaba a los niños y niñas. ¡Cuanta lágrima! Quizás sea una de las series más recordadas y con más cariño, eso sí, no apta para muy sensibles…
La Pantera Rosa. Desde que empezaba con ese cochazo, en imagen real, la serie era disfrutable, con todos aquellos personajes y esas minihistorias apenas sin diálogos. Una de las series de dibujos que mejor ha envejecido. Yo al menos me sigo muriendo de risa cuando la veo..
Las aventuras de Tom Sawyer. ¿Quién no ha querido vivir mil aventuras de pequeño? Pues Tom Sawyer, con su amigo Huckelberry Finn las vivía todas. Arriesgado, valiente… ¡y de nuestra edad!
La vuelta al mundo de Willy Fog. De nuevo un clásico literario llevado a la tele, esta vez la novela era de Julio Verne y en lugar de perro, su protagonista era un león, elegante, que apostaba que era capaz de dar la vuelta al mundo en 80 días… ¿Lo consiguió?