Madrid, oct (EFE).- Espontaneidad frente a
sofisticación, sensualidad en estado puro mediante elementos básicos.
Así son las imágenes de Jaume de Laiguana, creador de la campaña del verdejo El Perro Verde, en las que el vino es el inicio de una aventura.
Jaime de Laiguana asegura que le gusta hacer crecer las obras a partir de elementos simples. “Me imaginé qué puede ser para mí un vino y llegué a la conclusión de que representaba un juego. Empiezas con un vino y acabas con una aventura”, asegura a Efe Estilo.
En su particular imaginario, un hotel, una persona que espera a otra y el juego de la seducción y la sensualidad alrededor del vino.
La comida como ingrediente sensual, a la medida de Kim Basinger y Mickey Rourke en “9 semanas y media”, o el íntimo desgarro que mostraban de los protagonistas de “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”.
Una manera de huir de la más pura sofisticación, que por otra parte se refleja en los anillos suntuosos, los larguísimos tacones de aguja y los atractivos “bustier” que lucen las modelos. Un universo atrevido y sexual y una degustación carnal, con las manos llenas de grasa.
De la mano de Quim Vila, propietario de Vila Viniteca, una de las distribuidoras de vinos finos más importantes de Europa, De Laiguana nos sumerge en la textura y el aroma de El Perro Verde con unas fotografías explosivas, llenas de fuerza. Y, sobre todo, sorprendentes.
“Lo inteligente es que Quim Vila tuvo una mente abierta y me dijo: ‘Quiero que hagas lo que tú veas’. Y, a partir de ahí, dejó de ser un encargo para convertirse en una obra personal”, ha desvelado De Laiguana.
El Perro Verde 2012 es un verdejo D.O. Rueda elaborado con “uvas felices”, procedente de viñedos en un 25 por ciento de Rodilana (Valladolid), un 25 por ciento de Bobadilla del Campo (Valladolid) y un 50 por ciento de la finca “El Sotillo” de Pozáldez (Valladolid).
Jaime de Laiguana asegura que le gusta hacer crecer las obras a partir de elementos simples. “Me imaginé qué puede ser para mí un vino y llegué a la conclusión de que representaba un juego. Empiezas con un vino y acabas con una aventura”, asegura a Efe Estilo.
En su particular imaginario, un hotel, una persona que espera a otra y el juego de la seducción y la sensualidad alrededor del vino.
La comida como ingrediente sensual, a la medida de Kim Basinger y Mickey Rourke en “9 semanas y media”, o el íntimo desgarro que mostraban de los protagonistas de “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”.
“Empiezas con un vino y acabas con una aventura”“¿Por qué pollo? Porque la comida y el vino se conjugan en un mundo de placeres, y unirlos me pareció divertido. Además, a mí me encanta el pollo: con un vino fresco es de las cosas más buenas que hay en la vida”, apunta.
Una manera de huir de la más pura sofisticación, que por otra parte se refleja en los anillos suntuosos, los larguísimos tacones de aguja y los atractivos “bustier” que lucen las modelos. Un universo atrevido y sexual y una degustación carnal, con las manos llenas de grasa.
“El pollo representa esa bacanal que quería representar”“El pollo gráficamente me permitía una desinhibición que no me daba una comida más sofisticada: la grasa, el hielo por el suelo, el vino derramándose… Me divertía más. Personifica esa bacanal que quería representar”, confiesa entusiasmado el fotógrafo.
Una obra personal
Gestos que lo dicen todo, miradas que llegan hasta el infinito, frescura y placer todo en uno es lo que reflejan unas imágenes en las que se mezcla el gusto por disfrutar de una gastronomía popular, pero regada, en sentido literal, con un vino de Rueda joven, un verdejo transparente, ideal para compartir.De la mano de Quim Vila, propietario de Vila Viniteca, una de las distribuidoras de vinos finos más importantes de Europa, De Laiguana nos sumerge en la textura y el aroma de El Perro Verde con unas fotografías explosivas, llenas de fuerza. Y, sobre todo, sorprendentes.
“Lo inteligente es que Quim Vila tuvo una mente abierta y me dijo: ‘Quiero que hagas lo que tú veas’. Y, a partir de ahí, dejó de ser un encargo para convertirse en una obra personal”, ha desvelado De Laiguana.
Gozar de las pequeñas cosas
El artista asegura que “hay que saber gozar de las pequeñas cosas y hacerlas grandes. Un pollo y buen vino te lo pueden hacer pasar muy bien. E incluso parecer sofisticado, si tú quieres”.El Perro Verde 2012 es un verdejo D.O. Rueda elaborado con “uvas felices”, procedente de viñedos en un 25 por ciento de Rodilana (Valladolid), un 25 por ciento de Bobadilla del Campo (Valladolid) y un 50 por ciento de la finca “El Sotillo” de Pozáldez (Valladolid).
“Hay que saber gozar de las pequeñas cosas y hacerlas grandes”Jaume de Laiguana ha fotografiado el embarazo de Shakira junto a Piqué, a Alejandro Sanz, Jennifer López, Adrien Brody, Penélope Cruz o Paulina Rubio, un amplio currículo, extenso también en el mundo de la publicidad, en el que ha convertido encargos en trabajos de autor, como en este caso, donde, según cuenta, pretende despertar “emociones”. EFE