Imagen ilustrativa.
Un hombre de Zimbabue se llevó una gran
sorpresa cuando en un burdel vio entrar a su descenciente por la puerta
del cuarto de hotel para tener sexo con él a cambio de dinero. La joven,
de 20 años, al ver al "cliente" salió corriendo del lugar.
Antes de que iniciara su "numerito de seducción",
su hija se dio cuenta que el cliente que la esperaba no era otro que su
propio padre. De inmediato, la joven de 20 años, huyó del hotel.
Por su parte, el padre lamentó la terrible experiencia y confesó que estaba pasando un mal momento con su pareja, aunque aclaró que lo que más quiere es a su familia, con quienes habló para solucionar el penoso incidente.
Ahora, su hija dejó la prostitución y planea regresar a su escuela; aunque aún tiene problemas maritales, él y su esposa asisten a sesiones con un consejero que los está ayudando a resolver su situación.
La mujer de Titus, el padre de la chica "sorprendida en acción", advierte que de no ser por sus hijos ella hubiera pedido el divorcio desde hace mucho tiempo.
Por su parte, el padre lamentó la terrible experiencia y confesó que estaba pasando un mal momento con su pareja, aunque aclaró que lo que más quiere es a su familia, con quienes habló para solucionar el penoso incidente.
Ahora, su hija dejó la prostitución y planea regresar a su escuela; aunque aún tiene problemas maritales, él y su esposa asisten a sesiones con un consejero que los está ayudando a resolver su situación.
La mujer de Titus, el padre de la chica "sorprendida en acción", advierte que de no ser por sus hijos ella hubiera pedido el divorcio desde hace mucho tiempo.